EL MUNDO › EL PRESIDENTE DE ESPAñA FUE AGREDIDO DURANTE UN ACTO DE CAMPAñA EN GALICIA

Rajoy se comió un bife en Pontevedra

El incidente en Pontevedra imprimió un giro violento a la campaña electoral de cara a los disputados comicios generales que se celebrarán el domingo próximo en España. El atacante, tras ser detenido, se vanaglorió de lo que hizo.

El presidente del gobierno español y candidato a la reelección, Mariano Rajoy Brey, recibió ayer un puñetazo de parte de un joven durante un paseo por el centro de la ciudad gallega de Pontevedra, en un incidente que imprimió un giro violento a la campaña electoral de cara a los disputados comicios generales que se celebrarán el domingo próximo en España. Desde el rey Felipe VI, que llamó por teléfono al mandatario gallego para asegurarse de que se encontraba bien, hasta su mayor adversario político, el candidato de Podemos, Pablo Iglesias, al igual que el resto de candidatos y fuerzas opositoras, se interesaron por su estado y condenaron la agresión. El agresor, un menor de 17 años residente de Pontevedra, se había acercado al jefe del Ejecutivo supuestamente para tomarse una foto –selfie–, mientras el candidato del Partido Popular (PP) realizaba uno de sus ya habituales recorridos a pie de la campaña electoral. Repentinamente, el joven le arrojó un golpe en la cara a Rajoy, tomándolo totalmente por sorpresa y causándole la rotura de sus gafas, según relataron los periodistas que cubren la caravana electoral y tal como se puede ver en un video difundido a través de las redes sociales. “¿Cómo ha podido pasar esto?”, preguntó Rajoy en voz alta tras ser agredido en Galicia, su tierra natal, y precisamente en una de las ciudades que conoce perfectamente porque allí pasó buena parte de su vida. Mientras el jefe de Estado salía del estupor –no resultó herido, pero el puño del joven le quedó marcado en la cara–, la custodia presidencial reducía al agresor, que de inmediato fue trasladado a dependencias policiales. “Estoy muy contento de haberlo hecho”, aseguró el detenido respecto de su acción, según fuentes policiales citadas por el diario El País en su edición digital.

En las fotografías difundidas por la prensa el joven gallego aparece esposado y levanta el pulgar, vanagloriándose de lo sucedido. Algunos medios afirman que incluso recibió gritos de apoyo. Por una acción violenta de este tipo, que puede considerarse agresión o atentado contra la autoridad, la Justicia española establece penas de hasta seis años de prisión. El joven agresor pertenece a Mocidade Granate, la barra brava del Pontevedra Club de Fútbol, según lo confirmó el grupo vía Twitter al afirmar que “se desmarca de la agresión de uno de sus miembros a Mariano Rajoy”.

El incidente ocurrió cerca de las 17.50 hora local (13.50 hora argentina) en una calle peatonal, al lado de la iglesia de la Peregrina, cuando Rajoy se encontraba rodeado de vecinos y caminaba junto al presidente regional de Galicia, Alberto Núnez Feijóo, y la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien intentó minimizar el incidente y animó a seguir adelante con el recorrido proselitista. El dirigente del PP culminó su paseo sin gafas y entre aplausos de la gente. “Estoy muy bien, estupendamente, ningún problema”, señaló frente a los periodistas, antes de marcharse hacia La Coruña para un acto de campaña.

Poco después del incidente, en su cuenta oficial de Twitter, escribió: “Agradezco de corazón las muestras de afecto y solidaridad que me estáis haciendo llegar esta tarde. Sigamos trabajando”. Cuando faltan tan sólo cuatro días para las elecciones generales, que se presentan como las más reñidas de la historia de España, la agresión al presidente del gobierno hizo saltar las alarmas y provocó la reacción y condena inmediata de sus rivales políticos.

El candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, quien el lunes protagonizó un duro y agresivo debate con Rajoy, en el que lo acusó de no ser decente, de mentir, dañar a la democracia en relación con la corrupción, le trasladó su solidaridad públicamente al intervenir en un mitin en Murcia. “Desde el Partido Socialista reprobamos un hecho como este, absolutamente injustificable, que consideramos puntual y aislado dentro de una campaña electoral que, en todo momento, ha transcurrido por cauces de absoluta normalidad democrática, y que estamos convencidos continuará así hasta el final”, sostuvo el dirigente socialista en un comunicado.

Lo mismo hizo Pablo Iglesias, de Podemos, quien envió un mensaje a Rajoy para interesarse por su estado y lamentar lo sucedido. La fuerza también hizo público un mensaje en el que rechazó todo acto de violencia en democracia. Inigo Errejón, jefe de campaña de Podemos, se sumó a la condena vía Twitter. “He enviado un mensaje de apoyo a Mariano Rajoy por la agresión sufrida, en democracia no cabe la violencia. En eso estamos todos juntos”, expresó, en la misma línea, el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera.

Más tarde, el líder de la fuerza liberal mostró su indignación por las reacciones que comenzaron a inundar la redes sociales: “Hay gente justificando la agresión a Rajoy. Es intolerable la violencia y su justificación. Necesitamos respeto y convivencia, ni odio ni bandos”, sostuvo Rivera. Quien también aprovechó para expresar su apoyo fue el candidato de Izquierda Unida, Alberto Garzón. En tanto, la ministra Ana Pastor, que acompañaba a Rajoy, aseguró en las redes sociales que no tenía palabras para expresar su indignación.

Aunque el incidente resultó menor en términos de lesiones, la agresión a Rajoy previsiblemente marcará la recta final de una campaña que ya había elevado el tono y el dramatismo, en un intento de los rivales por captar a los indecisos y provocar una mayor movilización electoral. Sánchez había justificado su tono duro y las acusaciones vertidas sobre Rajoy en el debate, diciendo que le dijo lo que muchos españoles piensan: que debía haber renunciado a raíz del caso de corrupción en el que está involucrado el ex tesorero de su partido, Luis Bárcenas. Por su parte, el presidente se mostró ofendido y dejó que sus “guardaespaldas”, concretamente la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, se encargaran del tema: “Cuanto más débil más agresivo”, dijo del líder socialista.

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Rajoy en Pontevedra a punto de recibir una trompada del agresor, que está a su derecha.
 
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