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Los piqueteros del MIJD marcharon ayer por las calles porteñas para exigir la libertad de Raúl Castells, a quien la Justicia chaqueña le dictó la prisión preventiva por la toma del casino Gala. Los manifestantes se movilizaron frente a la Casa del Chaco, encabezados por la esposa de Castells, Nina Peloso, quien señaló que “no es un delincuente, ni ha robado, ni lo han denunciado: es un detenido político”. El líder del MIJD, por su parte, decidió cambiar su estrategia original y designó a dos abogados personales, que reemplazarán a la defensora oficial Zulema Quiroga de Martínez.