EL PAíS › QUE PASA EN LAS FUERZAS QUE VOTARAN EN LA SALA JUZGADORA

El conteo y sus misterios

Se sabe que ibarristas y socialistas votarán a favor de Aníbal Ibarra. El resto no está tan claro: fuerzas divididas, legisladores indecisos y cartas sostenidas cerca del pecho.

 Por Santiago Rodríguez

A dos semanas de la resolución del juicio político a Aníbal Ibarra, sólo los ibarristas y sus aliados socialistas exhiben un juego claro: están a todas luces en contra de la destitución y lo acompañan en la búsqueda de apoyos que le permitan llegar más fortalecido al veredicto. Ningún otro actor muestra sus cartas. Por más que se sepa si promueven la remoción o tienen decidido votar por su continuidad, todos alimentan un suspenso que será mayor a medida que se acerque el momento de la definición, y tratan de mantener en la mayor reserva las discusiones sobre la decisión a tomar.

La Sala Juzgadora de la Legislatura porteña se reúne el martes para escuchar los alegatos de fiscalía y defensa, y al cierre se le concederá la palabra a Ibarra. Luego se abre un compás de espera hasta el 10 de marzo, cuando se vote su futuro. Todos se preparan para ese día y todavía no hay nada definido. Así están las cosas hoy:

- Los ibarristas: Con Ibarra a la cabeza, marcharán el jueves a Plaza de Mayo bajo la consigna “No a la destitución”. La estrategia apunta a dar respaldo político y social al jefe de gobierno para la etapa final del juicio. La movilización será una demostración de fuerza a una semana de la votación. Ese día, la ibarrista Laura Moresi votará por la absolución junto al socialista Norberto La Porta. El socialismo es un aliado incondicional de Ibarra y llamó a participar de la marcha, tras denunciar que el juicio político está “claramente manipulado por la derecha liderada, cobardemente desde la oscuridad, por Mauricio Macri”.

- Los kirchneristas: Todas las miradas apuntan al bloque K, porque después del alejamiento del zamorista Gerardo Romagnoli de la Sala, la llave de la continuidad de Ibarra quedó exclusivamente en sus manos. El kirchnerismo tiene a Sebastián Gramajo, Elvio Vitali y Helio Rebot en la Sala, tres votos que pueden frenar la destitución. A la decisión de la Casa Rosada de jugar a favor de Ibarra y a la señal que Néstor Kirchner dio días atrás al llamar “Amigo Aníbal” a Ibarra, se sumó la adhesión del PJ porteño que preside el jefe de Gabinete Alberto Fernández a la marcha del próximo jueves a Plaza de Mayo. Pero nadie se atreve a dar aún por seguro el voto de Rebot en contra de la remoción de Ibarra.

- Los macristas: En el bloque PRO resurgieron las diferencias de origen que en tiempos de calma pasan desapercibidas. Desde el cuartel central del macrismo jugaron a fondo contra Ibarra y tanto Macri como Horacio Rodríguez Larreta, su principal operador político, consideran que ya no hay vuelta atrás; lo demuestra el hecho de que el mismo Macri haya alimentado las sospechas de que Romagnoli renunció a la Sala a cambio de una coima y que Roberto Destéfano, uno de los macristas en la Sala Juzgadora, pidiera la expulsión del zamorista de la Legislatura. De los otros tres representantes que PRO tiene entre los juzgadores, el lopezmurphista Marcelo Meis también está decidido a avanzar sobre Ibarra, pero no los peronistas Silvia Majdalani y Daniel Amoroso. Días atrás, le transmitieron su inquietud al diputado nacional Cristian Ritondo, quien a su vez les organizó una reunión con Macri para que le expusieran su posición. Los peronistas dudan de acompañar el voto, porque en caso de perder, se les cerrarían todas las puertas fuera del macrismo.

- El ARI: Mientras Facundo Di Filippo se inclina por la destitución, Guillermo Smith parece poco convencido. La diferencia entre los dos representantes de la fuerza en la Sala refleja la división en el bloque. Elisa Carrió dice públicamente que sus hombres tienen “libertad de conciencia”, pero a la vez denunció haber recibido “presiones” del ibarrismo y echó un manto de sospechas sobre la renuncia de Romagnoli. La eventual remoción de Ibarra inquieta a varios en el ARI, como al titular de la bancada, Fernando Melillo, que esta semana fue a ver a la chaqueña para plantearle la posibilidad de una abstención o de que un voto fuera por la destitución y otro por la absolución, y volvió a la Legislatura con las manos vacías. Enrique Olivera tampoco ve con buenos ojos la idea de desplazar a su sucesor en la jefatura de gobierno.

- La izquierda: Tras la renuncia de Romagnoli, en la Sala Juzgadora sólo quedaron de ese espacio Héctor Bidonde y Beatriz Baltroc. Los dos conviven en el Interbloque de Izquierda, pero provienen de distinto lugar: Bidonde entró por el zamorismo; Baltroc por el Partido de la Revolución Democrática de Miguel Bonasso, que postuló a Ibarra para la jefatura. El actor nunca dudó en votar la destitución y el contraste de su voto en ese sentido con el alejamiento de Romagnoli le permitirá remarcar sus diferencias con Autodeterminación y Libertad. Baltroc se viene manejando con mucha prolijidad en el juicio político y no ha dicho públicamente qué hará. Sí remarcó tras la inspección al boliche que la habilitación es previa al gobierno de Ibarra, y algunos especularon entonces que, en contra de lo esperado, podría votar por la absolución. Baltroc, sin embargo, aclaró también que Cromañón estaba funcionando porque la administración ibarrista no realizó los controles correspondientes.

- Florencia Polimeni: Ha hecho muchas declaraciones, pero mantiene en el mayor de los secretos su voto –si es que ya lo tiene decidido– y promete que su posición recién se conocerá en el momento del veredicto. Polimeni es radical, aunque no tiene relación orgánica con su partido ni tampoco ninguna otra terminal política fuera de la Legislatura, y formó un bloque unipersonal después de un paso por el macrismo que le permitió acceder a su banca. Raúl Alfonsín –público opositor al juicio político– la llama de tanto en tanto para conversar sobre el proceso, pero ella sostiene que no se siente condicionada por nadie y dijo también que hará lo que considere correcto aun cuando implique que “nunca más” pueda hacer política. Si la variable de su decisión fuese su futuro, no parece tenerlo en el ARI. Sin vuelta atrás con los macristas, una salida para Polimeni sería establecer algún tipo de vínculo con el bloque K, por el que ya fue tentada cuando se desvinculó de Macri.

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