EL PAíS

La confirmación y sus consecuencias

 Por Horacio Verbitsky

La confirmación del alcaide mayor Casal y su política hizo recrudecer las detenciones, hostigamiento y torturas a menores de edad. Presionado por la resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de 2005, Casal prohibió alojarlos en comisarías pero no controla su cumplimiento ni castiga su infracción, con lo que continúa la práctica de tenerlos detenidos por unas horas antes de liberarlos o enviarlos al centro de recepción de menores continúa. Estos son los casos más recientes:

- Un joven de 14 años es perseguido desde hace nueve meses por policías de la Comisaría 11ª de Ringuelet, que lo detuvieron el 27 de noviembre. Cuando salió lucía un hematoma en el párpado izquierdo por un cachetazo. Tres semanas antes, mientras personal de esa misma comisaría perseguía a dos jóvenes que habían robado una verdulería, una docena de policías entró a su casa y revolvió todo. El jefe de servicio de calle le dijo a la mamá: “A las dos o tres de la mañana me lo voy a cruzar y lo voy a matar. Vos ocupate de tus otros hijos, que yo me encargo de él”. En agosto, su hijo y un amigo estaban en una estación de servicio de Tolosa y un móvil policial les exigió que salieran a la calle. Los llevaron a un lugar próximo sin gente y sin cámaras, les pegaron y les dijeron que corrieran. Cuando obedecieron, escucharon disparos intimidatorios.

- Personal del Servicio de calle de la Comisaría 3ª de La Plata hostiga y persigue a un joven de 17 años, por el que presentó un hábeas corpus preventivo el titular de la Defensoría del Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil Nº 16 de La Plata, Julian Axat Della Croce. Es habitual que el personal policial lo intercepte en la calle, lo revise y se lo lleve detenido. En la comisaría, lo interrogan sobre personas que no conoce y hechos que no cometió, le pegan y lo amenazan con que va a terminar igual que su padre que está detenido. Personal policial fotografió y filmó el frente de su casa y a quienes entraban y salían, desde un patrullero y una camioneta con vidrios polarizados.

- Axat y Alicia Romero, de la Comisión Provincial por la Memoria, denunciaron ante la fiscalía de turno que la noche del 28 de noviembre personal de calle de la Comisaría 12ª de Villa Elisa detuvo y golpeó a otro menor. Dentro de la Comisaría lo asfixiaron con una bolsa de polietileno, lo golpearon en la cabeza, la cara y el cuerpo, mientras lo interrogaban sobre un robo. La médica del Centro de Recepción La Plata constató lesiones congruentes con ese relato.

- Un chico de 16 años de una familia muy pobre fue interceptado por dos policías de la Comisaría 5ª de Avellaneda. Cuando les mostró su DNI y un certificado de discapacidad por un retraso mental leve le dijeron que ambos eran truchos. Luego de doblarle un brazo, arrojarle el celular a una zanja, ordenarle que lo levantara y golpearlo en la cabeza, el abdomen y la espalda mientras lo hacía, lo llevaron a la seccional policial de Wilde. Lo encerraron en un calabozo, donde la madre lo encontró llorando. Cuando la mujer exigió una explicación también la encerraron a ella y recién los soltaron al cabo de tres horas, pero con la notificación de que debían concurrir a una fiscalía, donde temen que les fabriquen una causa.

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