En las apariciones mediáticas que realizó ayer, el presidente del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro, Víctor Sodero Nievas, dejó varias llamativas definiciones sobre la muerte de Carlos Soria:

• “Estamos en condiciones de asegurar que se trató de un homicidio agravado por el vínculo. No hay hipótesis alterna. Después, si hay concordancia entre la prueba científica, la de laboratorio y la declaración de la mujer se verán los atenuantes correspondientes.”

• “‘Lo maté, pero no lo quise matar.’ Es un crimen en el terreno de esas afirmaciones que surgen de adentro. ‘No lo quise hacer, no lo quise matar.’ Ese desgarro emocional profundo de una persona que busca ayuda ante una emergencia.”

• “Se vincula con discusiones previas del matrimonio. Las desavenencias en la pareja venían de antes. Según declaraciones de testigos, ya las había habido en actos semipúblicos en épocas de campaña. Eran a cuello en voz.”

• “Un matrimonio con dos fuertes personalidades. El era muy fuerte, muy pasional, de mucha predisposición verbal, verborrágico y creativo para decir las cosas. Pero de ahí a decir que era golpeador sería atentar contra la memoria del gobernador. Podemos decir que el hartazgo en términos psicológicos hizo caer el telón en el día menos esperado del año.”

• “La causa está cerrada en un 70 por ciento.”

• “Todavía no ha sido oída. Está imposibilitada de declarar. La persona está destruida, en condiciones de shock dramático post mortem y no se pudo ni siquiera hacerle pruebas médicas. No ha comprendido el alcance, la dimensión, de la acción que cometió.”