Cristina Kirchner dejó en claro que la “sintonía fina” también llegó para las paritarias. La Presidenta ratificó que las negociaciones salariales entre gremios y cámaras empresarias se discutirán “libremente” y “sin techo”, pero advirtió que el Gobierno no será ajeno a la “seriedad” de la discusión para mantener “el círculo virtuoso” de la economía doméstica. “Que sepan los empresarios y trabajadores que van a poder negociar libremente sus salarios, pero de acuerdo a la rentabilidad de cada sector”, remarcó CFK en su discurso en la Casa de Gobierno antes de anunciar que una “comisión de hecho” que encabezarán la ministra de Industria, Débora Giorgi, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, monitoreará los acuerdos salariales en distintos sectores productivos.

Desde el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, la Presidenta también devolvió críticas surgidas desde las dos CGT –encabezadas por el camionero Hugo Moyano y el gastronómico Luis Barrionuevo– cuando llamó la atención sobre los acuerdos salariales “con subsidios del Estado”, en referencia al transporte de cargas, y a quienes negocian salarios “en negro” como los gastronómicos.

“Existe un intento de lograr cuestiones que no son, porque este gobierno no le va a poner techo a las negociaciones salariales”, dijo la jefa del Estado para responder a las versiones sobre su injerencia para ponerle límites a las paritarias y luego de aclarar que el Ejecutivo “nunca intervino en la pauta salarial, dado que siempre fue acordada entre empresarios y gremios, libremente”.

Pero a renglón seguido, la Presidenta marcó las reglas para la negociación: “Que sepan los empresarios y trabajadores que van a poder negociar libremente sus salarios, pero de acuerdo a la rentabilidad de cada sector”, sostuvo. Una situación que no será ajena al Gobierno. Habrá una “comisión de hecho”, que estará al mando de Giorgi y secundada por Kicillof, que se encargará de seguir la evolución de las paritarias.

“Les encargué que vayamos midiendo sector por sector cómo ha crecido la productividad y cuánto han crecido las fuentes de trabajo. Es para que cuando se empantanen las negociaciones, nosotros tengamos los números para saber si la demanda salarial afecta la competitividad, ni que lo que se quiere pagar supere los estándares de rentabilidad”, explicó y lanzó una advertencia: “Llegó acá también la sintonía fina, esto de la redistribución del ingreso tiene que ser serio y debemos mantener este círculo virtuoso”.

Tampoco esquivó precisiones que tradujo en ejemplos concretos. La Presidenta llamó a “hacer un replanteo del aumento de sueldos con subsidios del Estado”, en referencia a los incrementos salariales en sectores que reciben estos beneficios “como el de transporte de cargas”. También criticó a quienes apañan el trabajo no registrado, y detalló una práctica de negociación que incluye “cuatro horas en negro” en el gremio gastronómico, y que según ese convenio “en bruto ganan 2795 pesos y es el único caso en el país”. Moyano y Barrionuevo tomaron nota.