EL PAíS › CóMO SERá LA RECUPERACIóN DE LA PRESIDENTA

Los días después de la operación

La presidenta Cristina Fernández “evoluciona favorablemente” tras la intervención quirúrgica a la cual fue sometida ayer a la mañana. Permanecerá entre 24 y 36 horas en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro y luego será transferida a una sala común. Si no presenta síntomas de alguna complicación en esta primera etapa del posoperatorio, recibirá el alta médica al término de esta semana y podrá encarar su recuperación –entre 30 y 45 días– desde la quinta de Olivos. El vicepresidente de la Asociación Argentina de Neurocirugía, Rafael Torino, explicó a Página/12 que lo usual es que “a los pacientes les restrinjan las actividades físicas y los esfuerzos durante el período de recuperación”, y al cabo de siete días “de evolución favorable, pueden reanudar las actividades intelectuales”. En relación con las consecuencias de un pico de estrés, el especialista consideró que “si se limita el nivel de visitas y reuniones que tenga el paciente, no habrá problemas”.

La “evacuación de un hematoma subdural derecho,” que el equipo quirúrgico de la Fundación Favaloro llevó adelante, es una operación frecuente y que presenta poco riesgo para el paciente. El posoperatorio es sencillo: una primera semana de monitoreos y controles para prever cualquier complicación, y luego tres a cuatro semanas de recuperación que se cumplen fuera del hospital. Descartando actividades físicas y esfuerzos –incluso se desaconsejan los viajes en avión–, el paciente puede retomar tareas y actividades intelectuales mientras se rehabilita.

“El índice de complicaciones operatorias que se produce en este tipo de intervenciones es del cinco por ciento, bastante bajo”, aseguró Torino, quien ejerce como jefe de Neurocirugía del Hospital Británico. Hay tres tipos de cuadros que pueden surgir. “Las infecciones, que son un riesgo como en cualquier operación; que se vuelva a formar una hemorragia o un coágulo sanguíneo, también derivadas del proceso quirúrgico; o las complicaciones neurológicas”, detalló. Aclaró que “cualquier síntoma se manifestaría inmediatamente”, y sería durante la internación hospitalaria.

Señaló que “es completamente normal el control en cuidados intensivos por 48 horas para realizar los monitoreos necesarios sobre los signos vitales, la fiebre, la temperatura y el estado neurológico”. Además, afirmó que “controlan los drenajes –de la sangre acumulada que provoca la sensación de hormigueo en el paciente–, que pueden funcionar por cinco días y luego son retirados”. El resto de la semana, CFK estará en una sala común, tras lo que se prevé reciba el alta médica y se traslade a la quinta de Olivos para cumplir el resto de la recuperación.

“Al paciente se le restringen las actividades físicas que impliquen un esfuerzo”, aseguró Torino, en relación con los 30 a 45 días de recuperación que le esperan a la presidenta Cristina Fernández. “No se recomiendan los viajes en avión, porque la presurización puede generar dolores de cabeza y mareos en el paciente”, destacó, y sostuvo que “cumplida la primera semana de evolución favorable, se pueden reanudar las actividades intelectuales”.

Varios profesionales de la neurología han apuntado al estrés como desencadenante de agravantes en los pacientes. Sin embargo, Torino opinó que “como acá hubo un antecedente de traumatismo, esto es lo que se debería jerarquizar”, y “si se restringe el nivel de visitas y reuniones que tenga la Presidenta, no debería haber problemas en este sentido”.

El profesor emérito de Neurología de la UBA, Roberto Sica, coincidió en que “fue una operación exitosa”. Señaló que “la complicación más habitual es el resangrado y reformación del hematoma, y hay que evitar actividades físicas o situaciones de estrés que eleven la presión arterial”. “Intelectualmente, puede hacer lo que tenga que hacer”, opinó.

Respecto de lo sintomático, Sica destacó que “dolores de cabeza seguramente todavía tiene, por la cefalea que sufrió y por la ubicación de la hematoma subdural en el lóbulo fronto parietal derecho”, y “no podrá utilizar analgésicos que contengan antiagregantes plaquetarios –como la aspirina– porque favorecen el resangrado”. “Tiene que estar tranquila para evitar el conflicto en su cuerpo, en especial en lo vascular”, concluyó.

Informe: Juan Manuel Frías.

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