SOCIEDAD › UN ESTUDIO DEMUESTRA QUE LOS MáS INSEGUROS SON LOS MáS AGRESIVOS

Las oscuras raíces del miedo

Un estudio publicado en Science investigó las reacciones de 46 voluntarios estadounidenses de distintas posiciones políticas. Después de responder preguntas los sometieron a diferentes situaciones de estrés. Los más seguros resultaron ser los menos agresivos.

 Por Javier Sampedro *

Desde Madrid

La gente que no se asusta fácilmente tiende a defender el pacifismo, el control de armas, el apoyo económico al Tercer Mundo y una política tolerante con la inmigración. Los más inseguros, por el contrario, apoyan el patriotismo, el gasto en defensa, la guerra de Irak y la pena de muerte. Son las conclusiones del trabajo que presenta en Science un equipo de politólogos estadounidenses dirigido por John Hibbing, del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Nebraska en Lincoln. Hibbing y sus colegas reclutaron a 46 voluntarios “con fuertes convicciones políticas” –de un signo u otro– y les pidieron su opinión sobre inmigración, ayuda exterior, control de armas y otras cuestiones políticas. Y dos meses después les hicieron volver al laboratorio para someterlos a una prueba muy distinta.

Los investigadores aplicaron a cada voluntario unos equipos de medición para analizar el sudor, los movimientos oculares súbitos y otros signos de la ansiedad, y les mostraron 33 fotografías. Todas eran aburridas menos tres: una araña del tamaño de un cangrejo posada en la cara de una persona, un hombre aturdido con el rostro ensangrentado y una herida abierta infestada de gusanos. También estudiaron su reacción a los estruendos repentinos.

El resultado es una clara correlación positiva: los voluntarios más asustadizos –los que reaccionan con más fuerza a los ruidos y las fotos amenazantes– tienden a ser también los más preocupados por proteger los intereses de su grupo social, ya sea frente a sus enemigos externos o a sus delincuentes internos.

Además de los puntos citados en el primer párrafo, la correlación con el susto se extiende a posiciones políticas favorables a –recuérdese que los participantes eran estadounidenses– “los registros sin autorización judicial, la pena de muerte, la Ley de Patriotismo, la obediencia, la oración en la escuela y la verdad de la Biblia”, según uno de los autores, el politólogo John Alford, de la Universidad de Rice (Houston, Texas). Las personas más asustadizas también tienden a oponerse al pacifismo, la inmigración, el compromiso político, el control de armas, la ayuda exterior, el sexo preconyugal, el matrimonio gay, el aborto y la pornografía.

Las meras correlaciones estadísticas no implican por fuerza una relación causal. Pero Alford opina que estos datos “pueden ayudar a explicar la escasa flexibilidad en las creencias de las personas con fuertes convicciones políticas, y también la ubicuidad del conflicto político”. Las actitudes ante lo público se han visto tradicionalmente como reacciones meditadas a las circunstancias sociales e históricas. Pero algunas investigaciones recientes apuntan a una “cualidad intrínseca, casi automática, de muchas respuestas políticas”, sostienen Hibbing y sus colegas. Hay evidencias de que la misma estructura cerebral (la amígdala) está implicada en la actitud política y en la generación del miedo.

* De El País, de Madrid. Especial para PáginaI12.

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Los inseguros se preocupan más, ya sea frente a supuestos enemigos externos o a sus delincuentes internos.
 
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