SOCIEDAD › SCIOLI PRESENTó UNA NUEVA ESTRUCTURA PARA LA SEGURIDAD PROVINCIAL

Policía Bonaerense dividido cuatro

Crean cuatro nuevas superintendencias de seguridad para controlar mejor a las departamentales de seguridad. Tres están en el conurbano, en el Norte, Oeste y Sur, y la restante abarca el interior de la provincia. Relevan al jefe de Zona Norte, donde hubo reclamos por seguridad.

 Por Raúl Kollmann y Pedro Lipcovich

“Cuatro superintendencias de seguridad, en lugar de una sola, lograrán ejercer más control sobre las jefaturas departamentales de la Policía Bonaerense”, explicó a este diario el jefe de la policía de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salcedo, en relación con la reforma que fue anunciada ayer: el gobernador Daniel Scioli presentó la nueva estructura, que distribuye las 32 jefaturas departamentales entre las superintendencias Norte, Sur, Oeste e Interior. Hasta ahora, todas las departamentales dependían de una sola superintendencia, ubicada en La Plata. La reorganización permitiría “que cada superintendente pueda concentrarse en un área geográfica determinada”. Esta reestructuración vino acompañada por el relevo del jefe del departamento Conurbano Norte, donde se registraron movilizaciones vecinales de protesta luego del homicidio, en ocasión de robo, del ingeniero Ricardo Barrenechea.

La Policía Bonaerense se divide en dos grandes ramas: Investigaciones, que procura esclarecer los delitos una vez producidos, y Seguridad, que se ocupa del patrullaje, custodia y actividades preventivas en general. Cada una de estas ramas tiene jefaturas departamentales propias. Como es habitual en las fuerzas policiales, la mayor parte de los efectivos de la Bonaerense –el 75 por ciento del total– pertenecen a la rama de seguridad, que abarca las comisarías, los patrulleros, el cuerpo de infantería; a su cargo están operaciones políticamente delicadas, como el control de las movilizaciones masivas y de los espectáculos deportivos.

La Superintendencia de Seguridad incluye 32 jefaturas departamentales, que cubren toda la provincia de Buenos Aires. Hasta ahora, todas ellas reportaban directamente a un funcionario policial, que era y sigue siendo el superintendente Juan Carlos Paggi, coordinador de Seguridad. El cambio es que, por debajo de éste y por encima de los jefes departamentales, habrá cuatro superintendentes zonales.

La Superintendencia de Seguridad Norte incluirá las jefaturas departamentales Conurbano Norte (de San Isidro a Tigre), Pilar, San Martín y Zárate-Campana; estará a cargo de Salvador Barata, quien se de-sempeñaba como jefe de la Departamental Lanús.

La Superintendencia Sur incluirá las jefaturas departamentales Lanús, Almirante Brown, Quilmes y La Plata; estará a cargo de Ernesto Aragüez, quien era jefe de la Policía Buenos Aires 2. La Superintendencia Oeste incluirá La Matanza, Morón, Merlo y Moreno y la conducirá Claudio Fernández, que estaba a cargo de la Departamental Quilmes. La Superintendencia del Interior incluirá las 20 jefaturas departamentales del resto de la provincia; quedará a cargo de Héctor Martínez, quien era subcoordinador operativo de toda la fuerza.

Según explicó Daniel Salcedo, superintendente general de la Policía Bonaerense, “el objetivo es lograr un mayor control y una mayor exigencia sobre la fuerza policial: no es lo mismo tener un solo superintendente, con base en La Plata y a cargo de todo el territorio bonaerense, que contar con cuatro, cada uno con asiento en la zona a su cargo”.

–Tratándose de descentralizar, ¿por qué no poner la seguridad directamente bajo responsabilidad de los municipios? –preguntó PáginaI12.

–Por dos motivos –contestó una fuente del Ministerio de Seguridad bonaerense–: uno es que la seguridad tiene costos altos y las intendencias con menos recursos económicos tendrían menos capacidad para cubrirlos. El segundo motivo es que, para afrontar las cuestiones de seguridad, hay intendentes con más capacidad, disposición o transparencia que otros.

Por su parte, Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, al presentar la reestructuración, sostuvo que “el tema de la inseguridad es el que más preocupa y ocupa” y destacó la necesidad de “abordarlo de manera integral entre todas las áreas del gobierno y con la colaboración de la gente”. Carlos Stornelli, ministro de Seguridad bonaerense, afirmó que el objetivo es “aumentar los controles; que la cúpula policial esté más tiempo en la calle para, de esa manera, optimizar el trabajo de la fuerza”.

Los cambios incluyeron los relevos de varios jefes policiales de la zona norte, todos los cuales fueron reemplazados por hombres provenientes de otras jurisdicciones. El comisionado Adrián Luongo, quien era jefe de la Departamental Conurbano Norte, fue pasado a retiro y sustituido por el comisionado Omar Nasrala, que era jefe de la Delegación Departamental de Investigaciones de Morón. También pasó a retiro Marcelo Funes, quien estaba a cargo de la Jefatura Departamental Zárate-Campana; será sustituido por Mario Caballero, quien conducía la Distrital Matanza Noroeste.

Aníbal Fernández, ministro de Justicia y Seguridad de la Nación, consultado sobre la reestructuración bonaerense, comentó: “Tengo que acompañarla y espero que salga todo bien”.

El 2 de noviembre, vecinos de San Isidro se habían movilizado en demanda de “más seguridad”, días después del homicidio del ingeniero Ricardo Barrenechea, quien fue baleado por asaltantes en su domicilio.

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“El objetivo es lograr un mayor control y una mayor exigencia sobre la fuerza policial”, argumentó Salcedo.
Imagen: Marcelo Di Filippo
 
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