SOCIEDAD › DOCE MUERTOS Y 18 HERIDOS AL VOLCAR UN MICRO EN UNA RUTA DE SANTIAGO DEL ESTERO

El reventón que terminó en tragedia

El ómnibus recorría una ruta provincial y se dirigía a la ciudad de La Banda. A las 4.30 de la madrugada, reventó un neumático delantero y el conductor perdió el control. El micro volcó. El chofer es una de las víctimas fatales.

 Por Pedro Lipcovich

El vuelco de un micro en Santiago del Estero, que arrojó 12 muertos y 18 heridos, admite una causa probable inmediata: el reventón del neumático delantero izquierdo. Y postula una causa probable estructural: la falta de mantenimiento y revisiones periódicas de los neumáticos, que a su vez pudo conducir al reventón. El siniestro se produjo en una ruta provincial, cerca de la localidad de Las Delicias, a 250 kilómetros de Santiago. La mayoría de los muertos viajaba en la parte trasera del vehículo y, al volcar, fueron aplastados contra sus asientos. Entre ellos está el chofer, que tenía 52 años. El ómnibus pertenecía a la empresa San José. Un perito en seguridad vial explicó a este diario por qué el verdadero estado de un neumático sólo puede verificarse mediante una revisión especializada, señaló que el “recapado” no garantiza el estado de las bandas laterales, que pueden causar el reventón, y destacó que los neumáticos tienen fecha de vencimiento: cinco años desde su fabricación.

El siniestro se produjo a las cuatro y media de la madrugada de ayer. El ómnibus Mercedes Benz de la empresa San José, conducido por Arsenio González, de 52 años, se dirigía a la ciudad de La Banda desde San José del Boquerón, por la ruta que une los departamentos de Copo, Pellegrini, Jiménez y La Banda. A la altura de Las Delicias –a unos 250 kilómetros de la capital de la provincia–, en un tramo recto y bajo buenas condiciones climáticas, “se escuchó una explosión” –relató uno de los sobrevivientes– y el vehículo se descontroló. Según el chofer Claudio More, que iba como acompañante en ese tramo, “la goma delantera izquierda reventó y el micro siguió por la banquina hasta que volcó”.

Entre los tumbos se desprendió parte del techo, saltaron los asientos y muchos pasajeros fueron despedidos a más de 40 metros. Murieron 12 personas, entre ellas el chofer González. La mayoría de los pasajeros eran campesinos de San José del Boquerón. Murieron: Humberto Palavecino y su hijo Gabriel; Timoteo Villarreal; Víctor Villarreal; Humberto Palma y su esposa, Ceferina Valdivia; Alberto Bernabé Aranda; Omar Alcides Escobar; Regina Masa Santos y Roberto Sotelo. Una de las víctimas fatales, una mujer, no había sido identificada hasta anoche.

Diez de los 18 heridos fueron trasladados de urgencia al hospital Padilla, de San Miguel de Tucumán (a 150 kilómetros de Las Delicias). Marcelo Montero, jefe de emergencias de ese establecimiento, explicó que dos de ellos “fueron derivados a otros hospitales porque tenían heridas leves”. De los ocho que permanecen allí, la más grave es una joven de 20 años, Dolores Cuéllar: “Está en terapia intensiva, con respirador artificial; el pronóstico es reservado”, precisó el profesional.

Según algunos de los sobrevivientes, el ómnibus circulaba a alta velocidad. Una sobreviviente testimonió que “la mayoría de los que murieron iban atrás y quedaron aplastados entre el techo y los asientos. Nosotros –los heridos– tratábamos de salir y pedíamos ayuda a los gritos”.

Según fuentes policiales, “las cubiertas del micro no estaban muy bien: estaban recapadas”. Página/12 consultó a Hernán De Jorge, responsable del departamento de seguridad vial del Cesvi (Centro de Educación y Seguridad Vial): “El recapado de la banda de rodamiento no garantiza el estado de las bandas laterales. Muchas veces los neumáticos fallan porque tienen cortes laterales, provocados por ‘cordonazos’, piedras o baches. Cuando, a partir de una falla lateral, se genera un tajo, el neumático pierde toda su presión instantáneamente, y el conductor pierde el control del vehículo”.

Además, “he relevado siniestros de vehículos que volcaron porque el neumático no tenía suficiente presión de aire –contó De Jorge–. Especialmente en ómnibus y camiones, las presiones deben mantenerse suficientemente elevadas: bajo altas cargas con baja presión de aire, el neumático puede deformarse; los laterales pueden tocar el piso, y la baja presión hace que levante excesiva temperatura”.

“Causas principales de reventones son la velocidad excesiva, el exceso de carga o el hecho de que el neumático haya superado su vida útil”, agregó el perito. Una vez producido el reventón, “es improbable que el conductor de un vehículo pesado pueda controlarlo. La pérdida de aire de un neumático hace que esa parte del vehículo caiga veinte centímetros en forma súbita, y habitualmente se pierde el control”, señaló De Jorge.

La clave –sostuvo el experto– está “en la verificación técnica vehicular (VTV) semestral, que entre otras cosas debe controlar la fecha de vencimiento de los neumáticos” (ver aparte).

No debe confundirse esta verificación técnica con la habilitación para efectuar un determinado recorrido. La empresa San José, como las autoridades provinciales no le habían asignado ese tramo, no entraba en las terminales y recogía sus pasajeros en la calle, pero esto no abre juicio sobre el estado de sus coches: “La habilitación para un recorrido y la habilitación vehicular son cosas distintas: incluso, estar habilitado para un recorrido no garantiza que el vehículo cumpla la verificación técnica vehicular”, explicó De Jorge.

Gloria Brandán, titular de la empresa San José, sostuvo que “el colectivo está inscripto, tenía seguro, creo que se le hizo la revisión técnica obligatoria”. Lo que inquieta es el “creo”.

Compartir: 

Twitter

La unidad accidentada tenía habilitación técnica para circular, aunque no tenía permiso para efectuar la ruta que estaba haciendo.
SUBNOTAS
 
SOCIEDAD
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.