La beba Luz Milagros Verón Boutet, quien fue dada por muerta por médicos del Hospital Perrando del Chaco y rescatada de la morgue por sus padres, regresará hoy a su provincia tras permanecer bajo asistencia en el Hospital Italiano de Buenos Aires, para continuar con su recuperación en un centro de salud local. El Ministerio de Salud Pública del Chaco informó que “el arribo al aeropuerto internacional de Resistencia está previsto por la mañana, tras lo cual será inmediatamente trasladada al Hospital Pediátrico Avelino Castelar, de Resistencia”. El Servicio de Neonatología del Hospital Italiano emitió el último parte médico de la beba, en el que se aclara que actualmente se encuentra “estable” y apta para el traslado, por lo cual se “solicita su derivación al Servicio de Terapia Intensiva Pediátrica de su ciudad de origen”.

El traslado programado –que está supeditado a que las condiciones climáticas permitan que el vuelo se desarrolle en forma segura– fue definido mediante interconsultas médicas entre los profesionales del establecimiento sanitario chaqueño y sus pares del Hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires, lugar donde la pequeña permaneció internada poco más de nueve semanas para acceder a estudios neurológicos de mayor complejidad. Una vez en suelo chaqueño, “la incubadora donde viaja la pequeña Luz Milagros será embarcada en una ambulancia con destino al hospital pediátrico, donde será recibida por los profesionales del Servicio de Terapia Intensiva Pediátrica y permanecerá internada en la Sala de Aislamiento”, informó la cartera sanitaria chaqueña.

“Su internación en cama de aislamiento responde únicamente a medidas preventivas, debido a que –según el parte médico del hospital porteño– la beba no presenta patologías infecciosas y es recomendable evitar su contacto con otros pacientes en tratamiento por alguna afección”, indicó el gobierno chaqueño.

La beba nació el 3 de abril pasado con seis meses y fue dada por muerta por los cinco especialistas que la atendieron, por lo que enviaron directamente su cuerpo a la morgue. Luego de doce horas, sus padres lograron que les dejaran ver a la beba. Ahora, la pequeña, que pesa 2,130 kilos, es sometida a respiración mecánica asistida y se alimenta a través de un botón gástrico. Los especialistas estudiarán su evolución en Chaco y las posibles secuelas neurológicas en la beba.