SOCIEDAD › UNA ENCUESTA MUESTRA LOS CONCEPTOS ERRóNEOS DE LOS ADOLESCENTES EN TORNO DE LA SALUD SEXUAL

Los mitos que aún mantienen vigencia

Un diez por ciento cree que en la primera vez no hay riesgo de embarazo. El 30 piensa que es suficiente con ponerse el preservativo al final. Un estudio del Ministerio de Salud bonaerense en escuelas de la provincia evidencia lo que saben y desconocen los adolescentes.

Dos de cada diez adolescentes cree que el “coitus interruptus” es efectivo como método anticonceptivo. Uno de cada diez está seguro de que en su primera relación sexual la mujer no puede quedar embarazada. Y más de tres de cada diez creen que alcanza con ponerse el preservativo justo antes de la eyaculación. Los datos pertenecen a una encuesta efectuada por el Ministerio de Salud bonaerense entre adolescentes de la provincia. Si bien el 97,6 por ciento sabe que el uso del profiláctico es la mejor forma de prevenir el VIH y el embarazo, el estudio evidencia la persistencia de mitos y errores relacionados con la prevención de embarazos y enfermedades de transmisión sexual.

La encuesta, que incluyó 13 afirmaciones que podían ser respondidas con las opciones “verdadero”, “falso” y “no sé”, se realizó en el marco de la campaña “Sexualidad es placer” en diversos distritos de la provincia. Ayer se difundieron los resultados de las localidades de San Antonio de Areco y Pergamino, donde fueron encuestados 548 adolescentes. El promedio de edad de los jóvenes consultados –63 por ciento mujeres y 37 por ciento varones– fue de 16 años.

Según se constató, la mayoría de los adolescentes, el 97,6 por ciento, conoce la conveniencia de usar preservativo y tiene información certera sobre la prevención de enfermedades y del embarazo no deseado.

Sin embargo, persisten algunos mitos, fantasías o creencias erróneas. Por ejemplo, si bien el 77 por ciento respondió que era falso que “no existe riesgo de embarazo si el varón acaba afuera”, un 20,8 por ciento cree que esa afirmación es verdadera, a pesar de que la interrupción del coito no constituye un método anticonceptivo, de modo que no previene enfermedades ni embarazos. “El líquido preseminal, que aparece con la excitación durante el juego sexual, contiene espermatozoides y puede, a su vez, trasmitir infecciones”, detalló Marisa Matía, coordinadora del programa provincial de Salud Reproductiva y Procreación Responsable.

Por otro lado, el 90,7 por ciento de los jóvenes supo que la afirmación que decía que “en la primera relación sexual no hay riesgo de embarazo ni de transmisión de enfermedades” era falsa, pero el 9 por ciento restante dijo que era verdadera.

En cuanto al momento en que debe colocarse el preservativo, también surgieron confusiones. Un 63,6 por ciento consideró falso que el método “es seguro si se coloca justo antes de eyacular”, aunque un 34 por ciento se equivocó al señalar que se trata de un uso eficaz.

La encuesta también afirmaba: “Si una persona tiene VIH o padece una enfermedad de transmisión sexual me voy a dar cuenta a simple vista”. En este caso, el 96 por ciento de los chicos dijo que la sentencia era falsa.

En relación con la llamada “píldora del día después”, casi el 70 por ciento respondió que era “verdadero” que existía una pastilla que se usa cuando falla el anticonceptivo. “Esto habla de una buena información, porque la mayoría sabía que se trataba de un anticonceptivo de emergencia, que se debe reservar para cuando falla otro método y que no puede ser la primera opción a tener en cuenta a la hora de cuidarse”, señaló Matía.

Consultada por Página/12, la especialista aseguró que para erradicar las confusiones hay que trabajar sobre la educación sexual de los adolescentes. “Nosotros desde Salud trabajamos con Educación en base al articulado de la Ley de Educación Sexual. La prioridad la tienen los jóvenes y la capacitación de docentes. Con este marco, desarrollamos las acciones del programa y la campaña Sexualidad es placer, en la que se hace la encuesta después de que los chicos participan de una obra de teatro con el actor y director Atilio Veronelli. La idea es responder a las preguntas de los estudiantes, enseñarles a poner un preservativo, darles un kit con información y hablar de la violencia de género.”

Según Matía, la obra, sin embargo, no reemplaza la actividad sistemática que tiene que realizar la escuela, para la cual desde el ministerio se realizan capacitaciones con docentes.

“Necesitamos que tanto los agentes de salud como los maestros y docentes tengan información de calidad para abordar sin tabúes, con un lenguaje claro y respetuoso, las inquietudes que tienen los chicos y adolescentes. Tenemos la obligación de ayudarlos a ejercer sus derechos, tal como lo expresa la ley provincial 13.066, a cuidar su salud y a sensibilizarlos sobre la prevención de embarazos no deseados”, explicó.

Por su parte, el ministro de Salud de la provincia, Alejandro Collia, también hizo hincapié en el acceso a la información. “Hay mitos, información errónea o parcial que es preciso aclarar, pero para eso debemos generarles confianza a los adolescentes, tanto en la escuela como en el sistema de salud.”

“Es crucial que todos y todas puedan acceder sin barreras a los servicios de salud sexual y reproductiva y, de esa manera, hacer uso del derecho a informarse toda vez que tengan dudas en relación con el ejercicio de su propia sexualidad”, concluyó.

Informe: María Julieta Rumi.

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