SOCIEDAD › VEINTICINCO MIL PERSONAS EN UNA DEMANDA COLECTIVA POR PRIVACIDAD CONTRA FACEBOOK

Demanda gigante a un gigante

Un estudiante de Derecho austríaco presentó en Viena una demanda colectiva de 25 mil personas contra Facebook. Acusan a la red de entregar datos a Prism, un programa de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense. El tema despertó interés en todo el mundo.

Un grupo de 25 mil usuarios que acusan a Facebook de utilizar ilegalmente sus datos personales inició una demanda colectiva contra la red social en un tribunal civil de Viena. El proceso es uno de los más importantes hasta ahora contra la red estadounidense, que cuenta con casi 1400 millones de usuarios activos. El recurso fue lanzado en agosto por usuarios de varios países de Europa, así como de Asia, América latina y Australia. Allí se acusa a la red social de aportar datos a Prism, la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana. Para los letrados de Facebook, “el asunto es improcedente”. La Corte se tomará tres semanas para decidir sobre la admisibilidad del recurso. El tema despertó el interés en todo el mundo.

Max Schrems, el joven austríaco que encabeza la demanda colectiva contra Facebook por presuntas violaciones de la privacidad, espera que el caso cambie la forma de abordar la protección de datos. El estudiante de Derecho y otros 25 mil usuarios de la red social demandaron a la compañía por vulnerar su privacidad y ayudar a la Agencia Nacional de Seguridad Estadounidense (NSA), con su programa de vigilancia Prism, a recabar datos de personas a través de Facebook y otras plataformas de Internet. Schrems depositó formalmente en la mañana de ayer esta demanda, seguida de cerca por los gigantes de la web.

“Básicamente le pedimos a Facebook que cese la vigilancia masiva, que tenga una política de privacidad clara que la gente pueda entender, y también que deje de recabar datos de gente que ni siquiera utiliza Facebook”, afirmó el austríaco de 27 años.

“Hay numerosos aspectos en la demanda, y esperamos poder ganarlos todos y sentar un precedente judicial contra las compañías estadounidenses que recaban datos”, agregó quien está al frente del recurso.

Schrems presentó su demanda en Viena contra la filial de la compañía norteamericana en Dublin, que registra todas las cuentas fuera de Estados Unidos y Canadá (esto es el 80 por ciento de los 1400 millones de usuarios de la red) y limitó el número de participantes a 25 mil, aunque más de 55.500 personas ya se registraron para unirse a las diligencias en etapas posteriores.

Cada uno de los demandantes reclama una “cantidad simbólica” de 500 euros (unos 540 dólares) por los daños causados. El estudiante austríaco asegura que el objetivo del caso no es hacerse rico, sino recordar que “los derechos fundamentales deben respetarse”.

“Tenemos leyes sobre privacidad aquí en Europa, pero no las aplicamos. La cuestión fundamental es: ¿tienen que respetar las reglas las compañías de Internet o viven en algún lugar del salvaje Oeste donde pueden hacer lo que quieran?”

Por su parte, para Facebook, “este asunto es improcedente tanto por la forma como por el fondo”, según afirmaron los abogados de la red social, puesto que “no hay ninguna base legal en Austria para un recurso colectivo del tipo estadounidense”. Pero los letrados de Schrems contraatacaron: “Facebook no quiere ser procesado en ningún sitio, ni en Irlanda (donde el grupo tiene su sede europea), ni en Austria. La realidad es que, gracias a las leyes europeas, los consumidores no necesitan ir hasta California para abrir un proceso contra los gigantes de la tecnología: pueden hacerlo en sus países de residencia”.

La batalla judicial comenzó hace casi cuatro años, después de que Schrems pasara un semestre en la Universidad de Santa Clara, en Silicon Valley. El estudiante se alarmó al comprobar la falta de interés general por las leyes de privacidad europeas: “La forma de pensar en Silicon Valley es que puedes hacer lo que quieras en Europa, sin asumir ninguna consecuencia”, dijo por entonces.

En 2011, Schrems presentó a título personal un recurso ante la autoridad irlandesa de protección de la vida privada, que le dio la razón y solicitó a Facebook que clarificara su política en materia de protección de datos.

El resultado fue la creación del grupo Europe v Facebook (EvF), que milita a favor de la revisión del acuerdo Safe Harbor, un pacto de intercambio de datos que firmaron Estados Unidos y la Unión Europea en el año 2000.

Además de la demanda colectiva, Schrems y EvF también presentaron varias denuncias contra Facebook en Irlanda. El joven austríaco dice tener esperanzas sobre el recurso, después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) decidiera, en mayo de 2014, obligar a los motores de búsqueda a respetar el “derecho al olvido” de los internautas europeos y abrir una investigación sobre las supuestas violaciones de la privacidad, luego de que las autoridades irlandesas se negaran a hacerlo.

El caso ha suscitado poderosamente la atención en todo el mundo. La decisión del TJUE, prevista para 2016, podría tener grandes consecuencias para las compañías tecnológicas estadounidenses que operan en Europa.

¿Qué pasará si Schrems pierde en su lucha contra Facebook? “También será interesante –dijo el demandante austríaco–, porque planteará la siguiente pregunta: ¿por qué no puedes ganar si hay leyes de privacidad y éstas se han infringido?”

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Max Schrems, el joven austríaco que encabeza la demanda colectiva contra Facebook, esperanzado.
 
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