SOCIEDAD › LIBERAN AL MAQUINISTA Y A SU AYUDANTE, PERO ORDENAN DETENER AL GUARDA DEL TREN DE TEMPERLEY

Una orden de avance que no correspondía

El video de la cabina muestra que el motorman le cedió la conducción del tren a su asistente, un hecho contrario al reglamento. De todos modos, el juez decidió su excarcelación y dictó la detención del guarda que dio la orden de que la formación avanzara.

La secuencia del video revela el intercambio de posiciones entre el motorman y su ayudante, que accionó el freno cuando ya era tarde.

El motorman del tren que chocó con una locomotora en Temperley no estaba a cargo de los comandos de la formación cuando se produjo el siniestro, sino que lo hacía su asistente, una situación expresamente prohibida en las normas ferroviarias. Así lo reveló un video de la cabina difundido ayer. En sus declaraciones ante el juez, el maquinista Diego Sánchez y su ayudante Nicolás Navarro reconocieron que intercambiaron funciones durante el trayecto, dijeron que no escucharon los pedidos de detener la formación y admitieron que salieron de la estación por orden del guarda Adrián Maure, por lo que el magistrado ordenó su detención y otorgó la libertad a los conductores.

Los beneficiados con la libertad son el motorman Diego Sánchez y el ayudante Nicolás Navarro, aunque siguen acusados por el choque de trenes en Temperley, que dejó al menos 41 heridos.

El juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina hizo lugar al pedido de excarcelación que había presentado Valeria Corbacho, la abogada defensora de Sánchez y Navarro, quienes recuperaron su libertad desde la división del tren Roca de la Policía Federal, donde estaban detenidos desde el martes. La abogada había pedido la excarcelación de los dos trabajadores ferroviarios a quienes el fiscal federal de Lomas de Zamora Sergio Mola les imputó los delitos de estrago doloso y daño agravado.

El video de la cámara ubicada en el interior de la cabina de mandos muestra que Sánchez y Navarro intercambiaron posiciones, un accionar que está prohibido en el Reglamento Interno Técnico Operativo que regula la actividad de los trabajadores ferroviarios.

Las imágenes permiten ver que Sánchez, único habilitado por la CNRT para conducir, no estaba al mando de la formación y que Navarro recién accionó el freno segundos antes de chocar contra la locomotora. Asimismo, revelan que tras el impacto el motorman y el ayudante volvieron a las posiciones que les correspondían por reglamento.

Sánchez y Navarro prestaron declaración indagatoria el miércoles ante el juez federal, quien había decidido detenerlos tras conocerse las primeras imágenes de video que muestran que pasaron dos señales rojas que les impedían seguir y desoyeron los pedidos de detención de la torre de control.

Ambos dijeron que la noche del domingo salieron de la estación de Temperley porque el guarda les dio la seña y la contraseña para iniciar el recorrido a las 21.30 como estaba previsto y que durante el trayecto no escucharon los pedidos de detenerse del comando central: “Parate 2277”, “Parate 77”. Fue por estos dichos que Santamarina ordenó la detención del guarda Adrián Maure.

Los dos acusados reconocieron que el ayudante Navarro manejó la formación a pesar de que no tenía licencia de la CNRT para hacerlo. Según sus declaraciones, Navarro iba a manejar hasta la siguiente estación de Mármol y confirmaron que en los tramos anteriores el motorman Sánchez estuvo al frente de los comandos.

Ambos admitieron que no era la primera vez que manejaba el ayudante y aseguraron que el convenio colectivo de trabajo establece que puede hacerlo en caso de extrema necesidad. Los acusados alegaron que la única forma que tienen los ayudantes de practicar es durante los trayectos para tener conocimientos y poder reemplazar al maquinista durante un viaje.

Asimismo, señalaron que la vía estaba preparada para salir porque, de no haber estado habilitados para hacerlo, automáticamente el camino los desvía hacia un paragolpes que impide que el tren continúe su marcha.

En este sentido, la abogada Corbacho solicitó como medida de prueba que se cite a declarar a otros conductores que trabajaron esa noche para que digan si ellos escucharon ordenes similares.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, reclamó ayer que si el maquinista y su ayudante “tienen responsabilidades, que las paguen” y les exigió que “expliquen por qué no prestaron atención a las llamadas de urgencias”.

En tanto, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, volvió a cruzarse con el secretario general del gremio La Fraternidad, Omar Maturano, quien había amenazado con un paro por “tiempo indeterminado” si los dos trabajadores ferroviarios que incumplieron sus funciones no eran liberados. “Que me hagan todos los paros que quieran”, de-safió el ministro Randazzo, al asegurar que el Gobierno “no se va a dejar extorsionar” por una dirigencia sindical que “se opone a los procesos de transformación y de cambio” en los ferrocarriles.

El vocero de La Fraternidad, Horacio Caminos, exigió a Randazzo que les pida “disculpas a la gente y al sindicato” tras considerar que ligó el incidente de Temperley con la campaña electoral. El portavoz manifestó que no cree que el gremio inicie una medida de fuerza porque “está claro que, por lo que se está apreciando, hay una falla humana de carácter administrativo y técnica” y rechazó que el personal ferroviario imputado “estuviera incurriendo en un delito de asociación ilícita como insinuaba Randazzo”.

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