SOCIEDAD › ES HIJO DE UN DIRIGENTE DE INDEPENDIENTE. LO LIBERARON

Un secuestro muy endiablado

Pablo Pérez es hijo del presidente de la filial Boyacá, de Independiente. Lo secuestraron el lunes en Once y lo liberaron ayer sin rescate. A los investigadores no les cierra el caso.

 Por Raúl Kollmann

“Es raro, muy raro”. En los tribunales de Comodoro Py, donde se encuentra el juzgado de Jorge Urso que investiga el secuestro de Pablo Pérez, hijo de un dirigente del Club Independiente, definieron de esa forma misteriosa el caso que ayer tuvo enorme repercusión. Supuestamente, el joven de 27 años fue secuestrado el lunes pasado en pleno barrio porteño de Balvanera y lo retuvieron en algún lugar de La Matanza durante 48 horas, exigiendo primero 200.000 dólares, después 200.000 pesos y, al final, “lo que se pueda”. Lo “raro”, como dicen en Tribunales, es que una banda secuestre a alguien en Balvanera, un lunes a la tarde, para trasladarlo después al Gran Buenos Aires, corriendo el riesgo de ser atrapados y con una víctima que no es hijo de un gran potentado ni mucho menos. Las hipótesis que manejan los investigadores van desde un secuestro auténtico, protagonizado por sujetos que conocían a Pérez, incluso por integrar algún sector de la barra brava de Independiente, hasta alguna maniobra en la que el propio secuestro está en duda.

Pablo apareció ayer al mediodía en la seccional número 3 de Villa Madero, en La Matanza. La versión que dio ante la Justicia es que fue secuestrado mientras caminaba por la calle Catamarca, cerca de la esquina de la avenida Belgrano, en plena tarde del lunes, momento en el que iba a trabajar. El joven de 27 años contó que lo llamaron por su nombre, es decir que lo conocían, y que dos hombres y una mujer lo metieron en un Fiat Siena, vehículo en el que lo llevaron hasta La Matanza. Pablo dice que el mismo Siena fue usado para sacarlo ayer por la mañana del lugar en el que lo tuvieron cautivo y lo dejaron libre en un descampado.

Salvador Pérez, titular de la filial Boyacá (en Flores) de Independiente, padre de Pablo, le informó al periodismo que su hijo no recibió ni un solo golpe, pero que lo maltrataron psicológicamente, lo amenazaron de muerte y que por ello quedó muy shockeado. Ante las cámaras de televisión, ya por la tarde, Pablo apareció efectivamente muy nervioso, afectado. Salvador Pérez atribuyó la liberación de su hijo a la presión que ejerció sobre la banda la Unidad Antisecuestros de la Policía Federal que, según sus palabras, tenía cercados a los secuestradores. Pese a ello, ninguno resultó detenido. Por eso, no son pocos los que creen, en cambio, que la difusión del caso desde ayer a la mañana fue el factor determinante para que horas más tarde Pablo apareciera sano y salvo.

En los tribunales de Comodoro Py miran el caso con desconfianza. Los elementos que no encajan son varios:

- Hace rato que no hay un secuestro extorsivo de 48 horas. Sigue habiendo algunos casos de secuestros express, que duran menos de dos horas, pero ha desaparecido la modalidad de levantar una persona, tenerla cautiva en un lugar, pedir rescate y, lo más difícil, cobrarlo.

- No parece lógico que un secuestro tan difícil se haga en la tarde de un día hábil, en un concurrido barrio porteño.

- Menos todavía encaja que la operación se haga en Balvanera y se corra el riesgo de trasladar a la víctima hasta La Matanza. Una banda que se dedicaría a hacer secuestros elige un blanco más fácil y que requiera menos traslado.

- No se trata del hijo de un gran potentado, por lo cual tampoco se justifica una operación de secuestro tan compleja.

- No hay demasiada profesionalidad en una banda que primero pide 200.000 dólares, en horas baja a 200.000 pesos y termina pidiendo “lo que se pueda”.

–¿Esto fue un auténtico secuestro –le preguntó Página/12 a uno de los investigadores.

–No sabemos. Estamos investigando –fue la escueta respuesta del sabueso que, de alguna manera, da a entender que todo está en duda. En fuentes judiciales se dice que Pablo, que ayer declaró largamente, será llamado a declarar otra vez en los próximos días.

Otra variante que se está analizando es la de integrantes de algún sector de la barra brava de Independiente que por esta vía, sabiendo que Salvador es amigo del presidente del club Julio Comparada, pensaron en sacarle dinero a este último. El plan, obviamente, fracasó.

Finalmente, está la hipótesis clásica: que se haya tratado de un secuestro tradicional. Por la cara de los investigadores, parece que es la variante menos probable.

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Pablo es trasladado por la policía hacia la Brigada Antisecuestros, en el barrio de Palermo.
 
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