“La mataron en Salta. Sólo estamos esperando que se muera”, declaró Carlos Tapia, un ciudadano chileno, que llegó a la Argentina para denunciar a una clínica de estética salteña supuestamente responsable de que su madre terminara en estado de coma como una complicación de una liposucción a la que se sometió.

Se trata de Emilia Medrano Coca, de 52 años, oriunda de la localidad chilena de La Serena. Según el hijo, la mujer sufrió daños neurológicos irreversibles por la operación. En este momento, se encuentra en estado de coma con edema cerebral en un hospital de Chile, donde fue trasladada de urgencia por su familia el 30 de marzo, diez días después de la intervención.

La denuncia por mala praxis, radicada por el hijo de la víctima, recayó sobre un cirujano plástico conocido en Chile por concurrir a dar charlas y cursos. La diferencia de precios en la cirugía motivó a la mujer a viajar a la Argentina.