“En la película Caro diario, Nanni Moretti incluye un episodio autobiográfico, a partir de su experiencia de haber tenido linfoma de Hodgkin –recordó Gustavo Kusminsky, presidente de la Sociedad Argentina de Hematología–: todavía no se lo habían diagnosticado y el síntoma que más lo afectaba era la picazón en el cuerpo: le picaba y le picaba, iba a dermatólogos que le daban remedios para la piel pero la picazón seguía. Finalmente fue a un médico clínico que le hizo estudios, vio que tenía agrandados los ganglios en el interior del tórax y logró el diagnóstico de linfoma, que así pudo tratarse con todo éxito.”

“Para evitar lo que podría llamarse ‘síndrome de Caro diario’, la primera consulta, cualquiera sea el síntoma, debería hacerse siempre con el médico clínico: a él le corresponde el diagnóstico, ya que los especialistas tenemos más riesgo de una visión sesgada”, concluyó Kusminsky.