"Nosotros no vamos a reprimir, vamos a tratar que esto se solucione en forma inteligente. No es el camino terminar en un conflicto con lastimados y heridos", planteó el titular del Ministerio del Interior, que consideró "fundamental" que "finalmente se normalice la relación entre la Argentina y Uruguay".

Las declaraciones se produjeron un día después de que la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y su par de Uruguay, José "Pepe" Mujica, se reunieran para debatir una serie de tomas de interés mutuo, entre los que no figuró el corte de la ruta 136 que los asambleístas de Gualeguaychú mantienen desde hace más de tres años en protesta por la instalación de la planta de procesamiento de celulosa UMP ex Botnia sobre las orillas del Río Uruguay.

El funcionario indicó que el Gobierno nacional pondrá "un enorme compromiso para monitorear conjuntamente con la Comisión Administradora del Río Uruguay para que no haya contaminación" producto de la actividad de la pastera. "Esa es la seguridad que debemos darle a los habitantes de Gualeguaychú, de Fray Bentos, y a todos los hermanos argentinos y uruguayos", sostuvo.

En ese marco, insistió con la necesidad de "normalizar la situación con mucha inteligencia, responsabilidad, entendiendo que hubo un fallo de (el Tribunal Internacional de) La Haya, que estamos frente a una nueva realidad, frente a un nuevo presidente uruguayo, y que debemos ir inteligentemente normalizando esta situación".

Por otro lado, luego de expresar el rechazo del gobierno nacional a la metodología del corte de ruta, el ministro recordó que "hay muchos ciudadanos que están en contra del corte y que han hecho denuncias a la Justicia para que intervenga en su levantamiento".

En este sentido, al ser consultado sobre qué actitud asumiría Gendarmería Nacional en caso de que la Justicia ordenara el desalojo de la ruta, Randazzo respondió que "debería cumplir con la orden judicial", aunque destacó la necesidad de "ser prudente".