La Declaración de Cádiz

Los jefes de Estado y gobierno clausuraron la XXII Cumbre Iberoamericana con la aprobación de un documento en que trazaron seis ejes de acción:

* Desarrollo económico: se contempló la promoción de políticas contracíclicas que permitan mantener e incrementar los niveles de actividad económica y trabajo decente, y se habló de impulsar el comercio internacional en el marco de la Ronda de Doha y potenciar los mercados regionales iberoamericanos, evitando prácticas proteccionistas. Además, llama a la diversificación de la estructura productiva latinoamericana, el fomento del turismo sostenible y la inversión en innovación.

* Desarrollo de la infraestructuras: la idea es promover el desarrollo en sectores como el transporte, las telecomunicaciones, la energía y el uso y la gestión sostenible del agua, en favor de las comunidades más aisladas. Los países se comprometieron a impulsar políticas para desarrollar una plataforma logística para la plena conectividad.

* Promoción de las mini pyme: se promoverá la creación y el desarrollo de estas empresas y se reconoce su relevancia para el desarrollo, la sostenibilidad, la recuperación del empleo y la competitividad. Se les facilitará el acceso al crédito y a los servicios financieros y reducir la burocracia, y se activarán programas de emprendimiento juvenil y la inclusión de los sectores con más difícil acceso.

* Fortalecimiento institucional: el objetivo es aumentar la confianza en las instituciones fomentando la eficiencia y la transparencia en base al Código Iberoamericano de Buen Gobierno, e impulsar la cooperación para combatir la delincuencia organizada transnacional. Llama a analizar las consecuencias de las propuestas de algunos países para legalizar el consumo de drogas y respalda la celebración de una sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre le problema mundial de las drogas, a más tardar en 2015.

* Educación y Cultura: se impulsará el Espacio Cultural Iberoamericano, reconociendo su diversidad, así como la producción y la protección del acervo cultural para evitar el expolio y tráfico ilícito de bienes culturales. También pide políticas educativas de inclusión social y la promoción del acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como la estimulación de la participación de las empresas en la formación de profesionales.

* Impulso al trabajo: se apoyará la creación de empleo sostenible y de calidad, con un salario digno y protección social adecuada que respete los derechos de los trabajadores. Además, se promoverá la formación y el acceso a mercado de trabajo de jóvenes y grupos vulnerables y por el aumento de los esfuerzos para la inserción de los sectores informales en los sistemas de protección laboral, seguridad social y tributación.

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