Mientras los campeones del Apertura se quedaron trabajando en Tandil, los pibes les cubrieron muy bien las espaldas. Tanto que merecieron ganarle a San Lorenzo en Mar del Plata, en el debut de Boca en el verano, aunque debieron conformarse con el empate 0-0.

Boca empezó mucho mejor, más suelto y con mucha más movilidad que San Lorenzo. Con varios volantes de buen manejo, Boca le dio mayor prolijidad al traslado de la pelota, con lo que impresionó mejor. Además, la velocidad de sus atacantes le complicaba el panorama al fondo de San Lorenzo. Sin embargo, la falta de un delantero de área le quitaba peso en los últimos metros. Para colmo, la lesión de Noir, que tuvo la chance más clara de la primera mitad con un corrida y un remate que le tapó Centeno, le complicó más todavía progresar cerca del área.

Del otro lado, San Lorenzo opuso poco. El mejor arranque de Boca obligó a Russo a mover sus piezas, ya que Barrientos no podía controlar a Damián Díaz, importante en ese inicio. Y si bien el equipo de Boedo consiguió neutralizar a su adversario, no tuvo ideas ni juego como para molestarlo en su última línea. Apenas contó con un par de apariciones de Aureliano Torres, el más incisivo jugando como volante por izquierda. Los dos delanteros lucieron ausentes, aislados frente a una defensa que los esperaba bien plantada.

Nada cambió en el inicio del segundo tiempo. Boca seguía mejor, ante un San Lorenzo que cada vez parecía más estático y que debía apelar a los golpes para contener a su adversario. A esa altura, Mouche era una pesadilla por cualquiera de los costados, aunque sus centros no encontraban receptor. Igual, el equipo de Ischia pudo ponerse en ventaja con una media vuelta de Gracián que salió pegadita al palo izquierdo de Centeno o con un mano a mano que Centeno le ganó a Mouche porque el delantero definió sin mirar al cuerpo del arquero. San Lorenzo apenas molestó con remates de Menseguez y Barrientos, que Ayala controló sin problemas.

De ahí hasta el final, Boca siguió con su mejor juego y generando más chances de gol. Sin embargo, como toda la noche falló en el momento de la definición, algo que terminó pagando con el empate. Para San Lorenzo, más allá de ser un encuentro de preparación, quedó la preocupación de otra actuación falsa y sumar otros 90 minutos sin haber podido convertir un gol. Y lo que es peor, apenas inquietó a los arqueros adversarios.