La Selección Argentina de fútbol resultó favorecida ayer en el sorteo del Mundial de Sudáfrica 2010, que se realizó en Ciudad del Cabo. El equipo que dirige Diego Maradona será cabeza de serie del Grupo B, donde deberá enfrentarse con Nigeria, como le sucedió en el Mundial de Estados Unidos ’94 y Corea y Japón 2002, con Corea del Sur, al que ya había enfrentado en la primera fase de México ’86 –todo un signo para Carlos Bilardo y Diego Maradona, campeones en ese Mundial–, y con Grecia, rival al que también enfrentó en el Mundial de Estados Unidos y frente al cual Maradona anotó su último gol en la Selección, ese que festejó gritándole al ojo de una cámara de televisión. En el camino a partir de los octavos de final le aparecen rivales complicados, como pueden ser Francia, Inglaterra y Alemania.

Con excepción del Grupo A, en el que quedaron agrupados Sudáfrica, México, Uruguay y Francia y que a priori se presenta como el más complicado, el resto de los grupos (ver aparte) se presentan más parejos, con dos candidatos claros para la clasificación a la segunda ronda y algún que otro aspirante serio. Mejor suerte corrieron los otros tres equipos sudamericanos: en el Grupo F, Paraguay tendrá como rivales a Italia, Nueva Zelanda y Eslovaquia; en el Grupo G, Brasil debutará ante Corea del Norte, después irá ante Costa de Marfil y cerrará frente a Portugal; y en el Grupo H, Chile jugará ante Honduras, Suiza y, por último, frente a España.

Otra de las ventajas para el equipo de Maradona es la cercanía que tendrá desde su bunker en Pretoria –ciudad que pertenece a la provincia de Gauteng y es la capital administrativa de Sudáfrica– con Johannesburgo, otra ciudad de la misma provincia donde deberá jugar sus dos primeros partidos, y con Polokwane, donde disputará el tercero, ante Grecia.

El debut de la Selección en el primer mundial que se realizará en el continente africano será el día 12 de junio, a las 8.30 de la mañana de Argentina. El rival será Nigeria, un viejo conocido, ya que Argentina debió enfrentarlo ya dos veces en la fase de grupos de un Mundial. La primera vez fue por la segunda fecha del Grupo D en Estados Unidos ’94 y la Argentina se impuso por 2-1, con dos goles de Claudio Caniggia, el segundo en aquella jugada de tiro libre que pasó a la historia por la avivada del delantero, quien le pidió el pase corto a Maradona gritándole “Diego, Diego” y definió con un derechazo cruzado al segundo palo del arquero Peter Rufai.

De ese partido también quedó otra imagen trascendente: la de la enfermera que tomó del brazo a Maradona para acompañarlo al control antidoping, que terminó arrojando un resultado positivo y la expulsión del astro del Mundial, quien intentó defenderse con la ya célebre frase “me cortaron las piernas”.

El último enfrentamiento entre argentinos y nigerianos fue en el debut de ambos conjuntos en Corea y Japón 2002. El equipo de Marcelo Bielsa venció a los africanos por 1-0, con un gol de Gabriel Bastistuta, pero luego perdió 1-0 frente a Inglaterra y empató 1-1 ante Suecia y resultó eliminada en primera ronda.

Sin participación en Alemania ’06, Nigeria se metió en Sudáfrica con lo justo. En el último partido por la clasificación, perdía con Kenia por 2-1 y se quedaba afuera hasta que apareció desde el banco el delantero Obafemi Martins –una de sus figuras junto a John Obi Miker– y anotó los dos tantos que le dieron el pasaje mundialista que también disputaba Túnez. En cuanto a su juego, Nigeria todavía no encontró un reemplazante para Augustine Okocha, pero tiene una ventaja: la mayoría de sus jugadores se conocen de los exitosos seleccionados juveniles y también conocen al DT Shuaibu Amodu, quien transita su tercer ciclo no consecutivo.

Cinco días más tarde, detrás de Nigeria, vendrá Corea del Sur (este partido al igual que el último del grupo será a las 15.30 hora argentina), un rival que sorprendió al mundo con su cuarto puesto en el Mundial que compartió con Japón en 2002 –la única vez que superó la fase de grupos– y que poco a poco se está convirtiendo en el equipo asiático con mayor proyección. Con figuras como Park Ji-Sung, multicampeón con el Manchester United, el equipo surcoreano se clasificó a Sudáfrica invicto, con un total de siete victorias y siete igualdades.

En su afán por repetir contextos, tanto Maradona como Bilardo habrán dado saltos de júbilo tras el sorteo. Porque a la pelea con la prensa, a los abrazos calcados, le podrán sumar ahora la repetición de uno de sus rivales de México ’86, precisamente el primero con el que se cruzó Argentina –lo derrotó por 3-1 con dos goles de Jorge Valdano y uno de Oscar Ruggeri–, en su camino hacia el segundo título de su historia.

El último rival, el martes 22 de junio, será Grecia, que no juega un Mundial desde 1994 y ni siquiera se clasificó para Alemania ’06, luego de haber amargado a Portugal en la final y festejado el título de Europa ’04. En el ’94 perdió todos los partidos del grupo: fue goleada por Argentina 4-0 –tres de Batistuta y el último de Maradona– y por Bulgaria, también por 4-0, y luego cayó ante Nigeria por 2-0. En principio, Grecia se presenta como la Cenicienta del grupo. Se trata de un equipo que prefiere defenderse antes que atacar, que no cuenta con grandes figuras y, en la ofensiva, depende mucho de lo que haga el delantero del Nüremberg Angelos Charisteas. El equipo hizo una buena eliminatoria, se quedó afuera de la clasificación directa por un punto y luego se impuso en el repechaje frente a la selección de Ucrania, a la que tras empatar sin goles en Atenas, derrotó por 1-0 en Donetsk.