DEPORTES › LIONEL MESSI: CADA DIA JUEGA MEJOR

Un grito que sacude al fútbol

El salto físico que experimentó el rosarino desde la Copa América promete nuevas maravillas para el juego.

 Por Sebastián Fest

Desde Barcelona

Elevado al cielo por un jubiloso Cesc Fábregas, el poder del brazo en alto y el puño apretado de Lio Messi eran una buena síntesis: la fuerza y el fútbol del Barcelona son impensables sin el argentino, que no deja de superarse. “¡Lío, te quiero un montón!”, le dijo Víctor Valdés a Messi en la madrugada de ayer, instantes después de terminado el violento partido que el Barcelona le ganó 3-2 al Real Madrid para conquistar la Supercopa de España. “Se lo he dicho porque a veces nos saca de unos apuros, como ha sido hoy”, explicó el arquero del Barcelona, que no sólo apuntaba a los dos goles clave que anotó Messi, aunque el segundo fuera el del triunfo en el minuto 88.

“Sin duda alguna que es irrepetible. Es irrepetible, y lo será”, analizó el arquero del Barcelona al argentino. La nueva fisonomía de Messi, más musculada y definida en su tronco superior y brazos, implica un nuevo salto en lo físico.

El salto lo logró junto a su inseparable fisioterapeuta Juanjo Brau, durante y, sobre todo, después de la Copa América, que marcó la enésima frustración de la Selección Argentina. Ese Messi poderoso está, a sus 24 años, llamando la atención en Barcelona.

Está claro que no es el Messi de hace unas temporadas, aquel más frágil y mucho más propenso a las lesiones, en parte por los efectos de las hormonas de crecimiento que debió tomar, en parte por una dieta y un descanso no adecuados, cosa corregida desde que Josep Guardiola lo dirige. Pero más allá de los nuevos músculos “messiánicos”, algo permanece, en algo Messi es el mismo de su adolescencia, aseguró Cesc, que en ese tercer gol que combinó con el astro sintió que volvía a sus épocas de juveniles.

“Tuve un déjà vu”, dijo sonriente poco después del partido que marcó su regreso al Barcelona tras dejar el Arsenal. “El Lio es lo que tiene, es el mejor futbolista del mundo, y aparece en los momentos decisivos. Eso es lo que lo hace especial.”

Messi es una máquina de acumular hitos con el Barcelona, especialmente en el Camp Nou. Un ejemplo es el del 6 de abril de 2010, cuando marcó cuatro goles precisamente ante el Arsenal. Pero si aquella exhibición entró en su historia personal por su efectividad, lo que hizo ante el Real Madrid sumó otros registros.

Fue efectivo, qué duda cabe, con esa asistencia perfecta –un pase en profundidad con la precisión de un estilete– para que Andrés Iniesta marcara el primer gol. Y con sus dos goles en el momento justo, uno sutil de derecha tras recibir un taco de Piqué en el área, y otro de zurda potente tras una gran jugada con Cesc y Adriano.

Pero además fue jefe, además fue un jugador con la sangre caliente, pero nunca hirviendo. Toleró las provocaciones de José Mourinho respondiéndole con goles, aguantó la violencia de Pepe y Marcelo devolviendo los codazos y patadas con fútbol. Gritó, peleó múltiples pelotas y jamás se rindió.

Cesc cree, sin embargo, que el Messi que exhibe autoridad y fuerza no es nuevo: “Se lo he visto siempre, desde que tiene los 12 años que lleva aquí”.

Y el futuro, con una nueva temporada española y europea por comenzar, es prometedor para la dupla Cesc-Messi y, por lo tanto, para el Barcelona: “Lio es un jugador espectacular, con el que te entiendes muy bien. Seguro que voy a disfrutar jugando con él”.

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Imagen: EFE
 
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