ECONOMíA › SE DEMORA SU INGRESO EN AEROPUERTOS ARGENTINA 2000

El Estado en las gateras

 Por Cledis Candelaresi

A un año de firmado el nuevo contrato de concesión de Aeropuertos Argentina 2000, la incorporación del Estado como socio efectivo es aún una promesa, en parte sujeta a los avatares bursátiles. Sólo cuando el consorcio que lidera Eduardo Eurnekian concrete su plan de cotizar en Bolsa se le pondrá precio a la compañía y se sabrá exactamente qué proporción de ella queda en manos públicas. Pero esa oferta está tan demorada como el pago en efectivo de 198 millones de pesos que debía hacer el grupo privado para cancelar parte de sus deudas con la caja pública, y tan comprometida como la búsqueda de financiamiento para honrar su plan de inversiones. Más allanado parece el camino de la revisión tarifaria, que el operador de las principales estaciones aéreas del país inició estos días con el afán de recomponer ingresos.

El ex diputado rionegrino Osvaldo Nemerovsci participó días atrás de la primera reunión de directorio como representante estatal, una incorporación que, a decir del director general de AA2000, Ernesto Gutiérrez, fue un gesto de “buena voluntad” de la sociedad que Corporación América integra con la italiana Sea, ya que falta para que el Estado sea socio pleno. El ex legislador recién está auscultando el terreno y aún no imagina cómo podrá ejercer sin equipo propio la función fiscalizadora que imaginó. Pero nadie parece tener apuro en que la comience.

El nuevo contrato tiene varios puntos sólo descifrables para expertos y sus tiempos de ejecución parecen largos, con miras a extenderse aún más por los cimbronazos financieros. Después de una renegociación que duró varios años, la Unidad de Renegociación llegó a un acuerdo con el grupo que lidera Eurnekian sobre una serie de millonarios reclamos cruzados. La empresa adeudaba canon e inversiones, pero el Estado había demorado la entrega de algún aeropuerto y la ejecución de ciertas obras de su competencia.

A pesar de que los renegociadores pesificaron la obligaciones privadas y las podaron tomando en consideración que el tráfico había caído impactando en el negocio de la privatizada, la consolidación de cuentas dio un saldo a favor del Estado de 850 millones de pesos, que en su mayoría se acordó pagar con la entrega de acciones. En febrero del 2007 el Congreso aprobó el acuerdo a instancia del oficialismo y en noviembre Néstor Kirchner lo aprobó por decreto. El nuevo esquema habilita a reestatizar hasta el 15 por ciento cómo máximo de la empresa, reservando el gerenciamiento para los privados.

Esa integración a AA2000 se formalizaría mediante distintos pasos previstos en un complejísimo esquema. Habría un primer pago en efectivo de 198 millones de pesos. Pero a decir de AA2000, el Estado “aún no integró el fondo fiduciario” al que hay que destinar esos recursos para costear luego obras aeroportuarias, incluyendo las de estaciones no concesionadas. Por lo tanto, ese saldo aún está impago.

Sí se emitieron acciones preferidas a favor de la Nación por 496,16 millones de pesos y obligaciones negociables que son canjeables en un futuro por acciones ordinarias (las que dan derecho a voto y retiro de utilidades, si las hubiere) por otros 158 millones. Pero hasta que AA2000 no saque a la Bolsa el 30 por ciento de su capital, como tiene previsto, esas emisiones tienen casi un valor declamativo.

Hoy la privatizada tiene un magro valor libro y sólo esa cotización bursátil pondrá un precio que permitirá develar el misterio de cuánto tiene el Estado en su poder y transformar los papeles de deuda (ON) en títulos de propiedad (acciones). Pero la crisis financiera internacional y su correlato local indican que no es prudente dar ese paso ya.

Al margen del nuevo contrato que no termina de perfeccionarse, Aeropuertos también dejó en suspenso otra emisión de deuda por 400 millones de dólares de la que se ocuparán el JP Morgan y el Citi con el Macro como pata local de la operación. Por ahora, la empresa está en los preparativos, pero ya prevé que el monto de esos papeles se reduciría a la mitad. “No es cuestión de pagar una tasa del 20 por ciento en dólares cuando planificábamos endeudarnos por no más del 9”, explica Ernesto Gutiérrez. Para el director general de la empresa, eso no sería impedimento para ejecutar las obras previstas en los próximos meses. Pero nada permite asegurar que no comprometa el plan quinquenal.

La reestatización parcial de los aeropuertos, privatizados hace diez años, tiene aún varias cosas pendientes. Entre ellas, el pago del canon según un nuevo método que desliga a Eurnekian de un pago fijo, originalmente pactado en 171 millones de pesos o dólares. Ahora será una proporción de los ingresos, que la empresa comenzó a revisar. Sólo una mejora en el tipo de cambio frenaría una suba en las tarifas pactadas en dólares. Pero a las tasas que cobran en pesos, y que están fijas desde el 2005, sólo falta subirlas con la anuencia del Estado, el nuevo socio en ciernes.

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El acuerdo con AA2000 fue hace un año, pero hubo pocos avances.
Imagen: DyN
 
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