ECONOMíA › LOS GOBIERNOS DE ARGENTINA Y BRASIL BUSCAN UNA SALIDA A LAS DISPUTAS COMERCIALES

Negociar con los cascos puestos

En un clima tenso por las medidas que aplicó la Argentina en defensa de su producción y por las amenazas brasileñas de acudir a la OMC, los gobiernos acordaron llamar a una mesa de negociación a todos los sectores empresarios involucrados.

Los gobiernos de Argentina y Brasil intentaron ayer bajar la tensión a las disputas comerciales de las últimas semanas. En una reunión de cuatro horas en la sede de la Cancillería, altos funcionarios de ambas administraciones acordaron buscar soluciones sector por sector con la participación de los empresarios involucrados. La próxima semana viajarán a San Pablo representantes de las industrias de electrodomésticos, textiles y confecciones, maquinaria agrícola, herramientas, máquinas y material eléctrico, juguetes, motos y autopartes, manufacturas de metal y calzados para negociar con sus pares brasileños mecanismos que resguarden la producción nacional de una avalancha importadora, pero sin bloquear el comercio. Los gobiernos darán el marco a esas conversaciones. Lula da Silva y Cristina Fernández deberían afianzar los acercamientos en su cumbre del viernes 20 en Brasil.

El anuncio de esa salida a las disputas crecientes entre los socios más grandes del Mercosur fue hecho ayer por la tarde por el secretario de Comercio Internacional, Alfredo Chiaradía, y el vicecanciller brasileño, Samuel Pinheiro Guimaraes. Ambos volverán a encontrarse en San Pablo los próximos días 18 y 19, acompañados por los empresarios de aquellos rubros. Frente a la crisis internacional y el temor a que Brasil empiece a enviar hacia aquí sus saldos exportables, por la caída de su mercado interno, el gobierno argentino tomó desde principios de año medidas que dificultan el ingreso de mercaderías. Los industriales del país vecino pusieron el grito en el cielo y funcionarios de Itamaraty (Cancillería) sugirieron que presentarían una denuncia ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Antes de que nada de eso ocurra, la decisión política al más alto nivel en ambos gobiernos fue establecer una mesa de negociación. De todos modos, el malestar está instalado. Cristina Kirchner les hizo saber a empresarios argentinos su desagrado por las protestas brasileñas, en lugar de fortalecer relaciones en medio de una crisis global devastadora. La Presidenta será recibida el viernes de la próxima semana por Lula, en una visita que incluirá la participación de casi 400 empresarios argentinos. Allí se intentaría seguir recomponiendo vínculos.

Chiaradía le recordó ayer a Guimaraes que las licencias automáticas y no automáticas que impuso hasta el momento la Argentina afectan apenas el 4 por ciento del comercio bilateral. “Argentina no acepta que se refieran a sus medidas como proteccionistas”, enfatizó en conferencia de prensa, sentado a la par del negociador brasileño. Guimaraes, en tono conciliador, dijo que el encuentro fue “muy positivo”. “Durante los últimos años fueron anunciadas varias guerras comerciales y ninguna ocurrió”, agregó. “Atravesamos un período delicado con repercusiones en todos los frentes, lo cual genera tensiones. Por eso acordamos mantener reuniones por sector para tratar de mantener los niveles de comercio y que no haya un eventual desvío” que afecte la producción local, completó Chiaradía.

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Pinheiro Guimaraes, vicecanciller brasileño, y Chiaradía, secretario argentino, en negociaciones.
Imagen: DyN
 
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