ECONOMíA › LORENZINO RECLAMó UN MECANISMO GLOBAL PARA LA REESTRUCTURACIóN DE LAS DEUDAS SOBERANAS DE PAíSES EN CRISIS

Luego del default hay vida, incluso es mejor

En su primera intervención pública tras ser nombrado ministro, el sucesor de Boudou participó de un seminario y se sumó al rechazo de otros expositores a los planes de ajuste que Europa aplica a rajatabla. Reclamó un nuevo debate mundial sobre la deuda.

 Por Tomás Lukin

El futuro ministro de Economía y actual secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, llamó a debatir un mecanismo global que facilite la reestructuración de las deudas soberanas en medio de una crisis como la que enfrentan los países de la periferia de Europa. La primera intervención pública del funcionario desde que fue designado al frente del Palacio de Hacienda tuvo como eje la necesidad de profundizar la incipiente reforma de la arquitectura financiera internacional. Lorenzino estuvo encargado de la apertura de un seminario organizado por el Banco Mundial y el Ministerio de Economía, en el que participaron distintos especialistas, como el ganador del Premio Nobel de Economía en 2001, Joseph Stiglitz. “Europa tiene mucho que aprender de la reestructuración argentina. El mensaje de esa experiencia es que existe vida después del default y el abandono del tipo de cambio fijo. Argentina tuvo una crisis pero volvió a crecer”, explicó el economista norteamericano (ver aparte).

Durante su breve intervención, Lorenzino destacó el proceso argentino de reestructuración de la deuda y la política de desendeudamiento desde 2003. El funcionario estuvo relajado y hasta bromeó respecto del timing en la organización del seminario y su designación como próximo ministro de Economía. “Tenemos que instalar en el debate internacional la necesidad de un mecanismo de resolución de crisis de deuda que permita distribuir costos entre los distintos participantes en pugna en cada reestructuración”, explicó el abogado, quien se mostró algo tenso cuando fotógrafos y camarógrafos ingresaron al salón para tomar imágenes. “La renegociación argentina logró un nivel de participación sin precedentes, se atendieron todos los intereses en pugna y se consiguió paliar las consecuencias del default. Argentina logró resultados satisfactorios. Por eso considero que es importante que estas ideas se instalen en el debate internacional.”

Cuando terminó su participación, Lorenzino dialogó brevemente en el lobby del hotel Hyatt con algunos funcionarios de Economía y parte de su equipo. El funcionario regresó al evento por la tarde para escuchar la intervención de Stiglitz. La presentación del profesor de la Universidad de Columbia en el seminario “El vacío en la arquitectura financiera internacional: reestructuración de deuda soberana” también contó con la presencia del ministro de Economía y vicepresidente electo, Amado Boudou; la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont; el titular de Anses, Diego Bossio, y el responsable del Banco Nación, Juan Carlos Fábrega. “No se puede pensar una reestructuración de deuda sin tener como eje volver a crecer con inclusión social”, precisó el director del Banco Central, Sergio Chodos. El panel de cierre del evento tuvo como participantes a dos funcionarios que podrían integrar el nuevo equipo económico: el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino, y el gerente general de Aerolíneas Argentinas, Axel Kicillof.

A lo largo de la jornada, la renegociación de los pasivos en default que realizó el Gobierno argentino fue tomada como ejemplo por distintos panelistas, como el profesor de la Escuela de Negocios de Londres Richard Portes y el economista griego Costas Lapavitas. “Grecia tiene que seguir el ejemplo de reestructuración argentino y realizar un recorte de deuda del 60 por ciento, pero no debe salir del euro. Lo mismo deben hacer Irlanda y Portugal. En cambio, Italia y España pueden prosperar con buenas políticas como las que anunciaron los últimos días”, explicó Portes en referencia a las políticas de ajuste.

Por el contrario, Lapavitas se refirió, ante Página/12, a “la sagrada trinidad que forman la austeridad, las privatizaciones y la desregulación. El supuesto rescate del Fondo Monetario Internacional creó en Grecia una situación muy similar a la que atravesó Argentina en 2001-2002. Los rescates tienen consecuencias catastróficas y exacerban la depresión y el desempleo”. El especialista griego consideró que “el default y la salida del euro es la única opción viable para Grecia. Ese proceso no debe estar guiado por los bancos, sino que debe ser soberano y democrático. No va a ser algo fácil y hay muchos riesgos, pero permitirá recuperar la competitividad e impulsar la economía”.

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Hernán Lorenzino, aún secretario, muy pronto ministro. “Es necesario un mecanismo de resolución de la crisis que permita distribuir costos.”
Imagen: DyN
 
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