El Gobierno mantiene negociaciones reservadas con asesores del presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, para restablecer el acuerdo bilateral de libre comercio de autos suspendido a fines de junio por Argentina. Fuentes de ambos países señalaron a Página/12 que la intención es lograr un intercambio más equilibrado e incluso reconocieron que las filiales mexicanas de Ford y Volkswagen ya están trabajando con sus pares argentinas en el tema. Si no surgen sorpresas, luego de que Peña Nieto asuma, el próximo 1º de diciembre, podría haber una solución para el conflicto.

Las negociaciones se reflotaron en agosto durante el encuentro de Aladi llevado adelante en Montevideo. La ministra de Industria, Débora Giorgi, es la que lleva adelante la negociación por el lado argentino y su objetivo es que se establezca algún mecanismo que garantice una reducción gradual del déficit comercial sectorial con México. También participan de las conversaciones las entidades que representan a las terminales, la Asociación de Fábricas de Automotores y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). Hace diez días, el director de Nissan México, José Luis Valls, se mostró optimista sobre la posibilidad de que Argentina y México logren renegociar el acuerdo automotriz.

A partir del Acuerdo de Complementación Económica Nº 55 (ACE-55), que se firmó en 2002, el comercio de autos y camionetas entre Argentina y México contó con beneficios arancelarios y a partir de 2006 se logró el libre comercio. Desde ese entonces, la balanza comercial de autos con México registró un creciente deterioro, pasando de un superávit de 200 millones en 2007 a un déficit de alrededor de 800 millones el año pasado. Esto se debió a la fuerte suba de las importaciones de autos, que crecieron de 50 a 1000 millones entre 2004 y 2011. Al mismo tiempo, las exportaciones a ese país de Centroamérica se retrajeron.

La mexicana AMIA difundió un informe el mes pasado donde detalla que entre enero y agosto las exportaciones a Latinoamérica crecieron un 33,7 por ciento interanual, pero si se toma sólo el mes de agosto la caída interanual fue de 3,6 por ciento y se explica en gran parte por el fin del libre comercio sectorial con Argentina.

A las terminales la situación les preocupa porque adquieren en México algunos modelos relevantes en el mercado local. Ford, por ejemplo, venía importando un volumen significativo de unidades Fiesta Kinetic, uno de sus autos más vendidos en Argentina, mientras que Volkswagen trae el Bora y el Vento. Esos modelos pueden seguir ingresando, pero el arancel del 35 por ciento alteró la ecuación económica de manera significativa. Por eso los empresarios son los más interesados en buscarle una salida al conflicto para restablecer el comercio cuanto antes.