ECONOMíA › DETECTAN TRABAJO SEMIESCLAVO EN QUINCE TALLERES TEXTILES EN VILLA CELINA

Indocumentados con cama adentro

Los talleres de confección en los que la AFIP descubrió las graves irregularidades producen para algunas grandes marcas de ropa. Trabajadores no declarados, extranjeros indocumentados y hasta viviendo en condiciones precarias en el mismo taller.

La AFIP detectó que en quince talleres textiles de la localidad bonaerense de Villa Celina se desempeñaban trabajadores no registrados y en situación de semiesclavitud. Allí se fabrica ropa para reconocidas marcas, que luego es vendida en las principales vidrieras del país a precios exorbitantes. De los 55 empleados relevados, 52 no estaban registrados y casi el 30 por ciento eran extranjeros sin la documentación necesaria para ingresar al país. Algunos de los talleres funcionaban como alojamiento de los propios empleados, bajo condiciones muy precarias. El organismo recaudador formuló ante el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 1 de Morón dos denuncias penales, a fin de que se investigue la posible comisión de delitos de reducción a la servidumbre y trata de personas. Además, en la provincia de Chaco la AFIP realizó un procedimiento por trabajo no declarado, en el marco del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas.

El trabajo en condiciones precarias es una modalidad muy extendida en el renglón de confección del sector textil. Se estima que cerca de un 80 por ciento de los trabajadores de esa franja de actividad se encuentran en esa situación. Existen establecimientos con trabajo no registrado, que niegan conquistas laborales básicas y también talleres con obreros semiesclavizados donde se violan derechos humanos.

Los talleres están vinculados con las marcas, que son conscientes de esta situación, de la que extraen ganancias. En 2006, la Cooperativa La Alameda junto a la Unión de Trabajadores Costureros, en una de sus primeras, de muchas otras intervenciones, realizaron una denuncia que involucra a Mimo, Gabucci, Kill, Tucci, Chocolate, Ona Saez, Claudia Larreta, Portsaid, Topper, Adidas y Yagmour. La modalidad del taller clandestino le permite a la marca “abaratar costos, licuar responsabilidades legales y transferir el riesgo empresario”, explica el economista Ariel Lieutier. Detalla que de cada 100 pesos en prendas de vestir, el trabajador de la confección recibe sólo 1,80 peso.

La AFIP indicó ayer en un comunicado que “en los talleres inspeccionados se fabricaba ropa para marcas muy reconocidas en el mercado local, las que podrían ser consideradas ‘responsables solidarias’ por la falta de registración de los trabajadores”. El organismo no ofreció detalles de las marcas involucradas, pero halló etiquetas y ropa con la identificación de varias empresas conocidas. “Además, algunos de los talleres funcionaban como alojamiento de los propios empleados, quienes vivían allí en condiciones precarias”, agregó el organismo recaudador. El operativo de ayer se realizó en forma conjunta con Migraciones y Gendarmería Nacional.

La AFIP precisó que “a pesar de los intentos que hicieron los responsables de los talleres por esconder al personal no declarado, los inspectores de seguridad social hallaron a nueve personas escondidas en la terraza de uno de los edificios y detectaron, también, la presencia de extranjeros sin la documentación necesaria para poder trabajar en el país”. Sólo dos de los quince talleres estaban inscriptos. En los otros trece casos no había empleador, de modo que la acción es directamente contra el dueño de la propiedad. En otro procedimiento, el organismo detectó en la localidad de Presidencia de la Plaza, provincia del Chaco, trabajadores sin declarar que soportaban condiciones laborales y de alojamiento indignas en una planta que confeccionaba trapos de piso.

En el curso del año pasado hubo varios descubrimientos de talleres clandestinos. En mayo, por ejemplo, unas 80 personas, incluidos menores de edad, fueron rescatadas en doce allanamientos realizados por la Policía Federal en viviendas y talleres textiles clandestinos en Capital Federal y el conurbano bonaerense, por orden del juez Norberto Oyarbide. Ese mismo mes, una investigación permitió la liberación de 25 personas que estaban en condiciones de esclavitud en talleres textiles en Villa Lugano y la Villa 20. En julio se denunció a Cheeky, la marca de Juliana Awada, esposa de Mauricio Macri. En noviembre se realizaron operativos en siete talleres clandestinos donde se encontraron entre 25 y 30 personas esclavizadas. Lieutier estima que sólo en la ciudad de Buenos Aires hay por lo menos treinta mil trabajadores en cinco mil talleres clandestinos que podrían ser víctimas de trabajo esclavo o de explotación laboral extrema.

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Uno de los talleres de Villa Celina donde se realizó el operativo de fiscalización.
 
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