ECONOMíA › LA PRESIDENTA CRISTINA KIRCHNER SE REUNIO DURANTE UNA HORA EN OLIVOS CON EL CANCILLER DE VENEZUELA

“Vamos a pedir respeto a la democracia”

En el encuentro, Jaua le hizo un relato de la situación en su país. Coincidieron en que la intención de las protestas es destituir al gobierno. La Argentina adelantó su respaldo a la convocatoria a la Unasur.

 Por Fernando Cibeira

El gobierno argentino mostró ayer de diversas maneras su respaldo al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Una fue la reunión de alrededor de una hora que la presidenta Cristina Kirchner mantuvo en Olivos con el canciller venezolano, Elías Jaua, quien inició una gira relámpago por los países del Mercosur para informar sobre la situación en su país. En ese encuentro, Jaua le adelantó a la Presidenta que viajará a Surinam –que tiene la presidencia pro tempore del bloque– con el objetivo de pedir una cumbre de la Unasur para tratar el tema. Ahí mismo, CFK le adelantó que la Argentina suscribía la convocatoria. Más o menos al mismo tiempo, Uruguay anunciaba lo mismo. Por último, el canciller Héctor Timerman se mostró junto a Jaua en la Casa Rosada y allí ratificó el “total y absoluto apoyo al camino elegido por el pueblo venezolano en las últimas elecciones”.

“Nosotros, y por nuestra historia, vamos a pedirles a quienes quieran hacer sus reclamos en Venezuela que respeten la democracia y se sienten en una mesa de diálogo”, expresó Timerman. A su lado, el canciller de Venezuela agradeció el “apoyo firme, decidido, sin ambigüedades de la presidenta Cristina Fernández, de su gobierno y de la mayoría del pueblo argentino a favor de la democracia en nuestro país” (ver aparte).

Jaua llegó a Buenos Aires casi sin que se supiera de su viaje. Página/12 adelantó ayer que se esperaba que llegara para reunirse con Timerman, entre otras cosas, para organizar una visita de Maduro a Buenos Aires, prevista, en principio, para mitad de marzo. Esa visita estaba agendada desde antes de que se iniciaran las protestas en Venezuela. Jaua le aseguró ayer a Timerman que no había motivos para suspenderla, aunque en el gobierno argentino la ponían entre paréntesis, a la espera de lo que suceda en los próximos días.

En la extensa reunión en Olivos, el canciller venezolano le dio detalles a Cristina Kirchner de lo que está ocurriendo en su país. Le explicó que, según su visión, la oposición manejaba dos líneas de trabajo para acceder al poder: una línea electoral y otra insurreccional. Que luego del triunfo de Maduro en las presidenciales y del chavismo en las últimas municipales, la vía electoral se había corrido para dejar paso a la insurreccional. En esa dirección, continuó Jaua ante la Presidenta, había que encuadrar el anuncio que hizo al inicio de las protestas el ahora detenido líder opositor Leopoldo López, de permanecer en las calles hasta que el gobierno de Maduro cayera. “Eso es golpista”, coincidieron en Olivos.

Con todo, Jaua aceptó durante la reunión que el gobierno venezolano tiene problemas con los grupos armados que actúan en los barrios. Estos grupos son herederos de las guerrillas que se desplegaron en los ’60 y que nunca se de-sarmaron. Muchos de ellos realizan trabajo en las villas y adhieren al chavismo, pero el gobierno asegura que no los maneja. “Son incontrolables”, habría asegurado el canciller.

Estos grupos adherentes al chavismo, comentó, serían los responsables de dos de las muertes sucedidas durante las protestas, y desde el gobierno harán lo necesario para que los responsables vayan a juicio. En cambio, aseguró que, en las demás muertes, las evidencias indican otras cosas. O bien se produjeron por causas accidentales –caídas, golpes– o los disparos vinieron del mismo lado de donde se encontraban los manifestantes.

El gobierno argentino exhibía el respaldo a Maduro en la misma línea que mantuvo con el kirchnerismo, de apoyo a quienes fueron electos democráticamente, recordando cuando en su momento salieron a respaldar al hondureño Manuel Zelaya, al ecuatoriano Rafael Correa, al paraguayo Fernando Lugo y al boliviano Evo Morales. “Qué casualidad que son siempre presidentes progresistas, nunca intentan tumbar a un conservador”, ironizaban en la Cancillería. Otra de las coincidencias a las que llegaron en Olivos fue que en todos esos casos la oposición “siempre tiene una excusa” para iniciar las protestas. Jaua aseguró que los movimientos subterráneos de la oposición fueron anteriores a sus reclamos económicos.

“Vamos a apoyar el derecho del pueblo venezolano a ser gobernado por Nicolás Maduro, como fue expresado en elecciones libres hace ocho meses”, resaltó Timerman en la conferencia de prensa. El escaso tiempo que llevaba el sucesor de Hugo Chávez como presidente fue uno de los puntos que se eligió resaltar. “Casi no tuvo un día de respiro”, se dijo durante el encuentro. Jaua reveló que, luego de las elecciones municipales, el plan de Maduro era centrarse en el ordenamiento de las variables económicas. Y que no ven casual que justo entonces se hubieran disparado las protestas e incidentes. El canciller argentino mandó un mensaje a la oposición venezolana citando “al viejo dirigente radical Ricardo Balbín: ‘El que gana, gobierna; el que pierde, ayuda’. Y el que pierde, tiene que saber que tiene un rol que jugar en la democracia, y que ese rol no es el de destituir a un presidente democráticamente electo”.

Con respecto al tratamiento a nivel continental del caso venezolano, una de las conclusiones del encuentro entre Cristina Kirchner y Jaua fue que no se debía permitir que la influencia de Estados Unidos hiciera reflotar la injerencia de la OEA –que “a propuesta de Panamá” analiza tratar la situación– en desmedro de la ascendente Celac. Jaua fue terminante ayer al resaltar que Venezuela consideraba que el ámbito adecuado era la Unasur, y hasta puso en cuestión las credenciales democráticas de la OEA para llevar adelante una discusión de este tipo.

En verdad, concluyeron, lo que está en juego es la posibilidad de que la Casa Blanca meta baza en las cuestiones internas de Venezuela. “En términos económicos, Venezuela ha sido históricamente una colonia de Estados Unidos. Eso lo tienen presente, quieren quedarse con el petróleo venezolano. ¿Por qué no se preocupan de la democracia en Surinam, por ejemplo?”, se preguntaban en la Casa Rosada. Por eso, el inmediato respaldo argentino a una convocatoria de la Unasur para que los países del bloque corten una avanzada en ese rumbo. “Cuentas con el apoyo del Gobierno y del pueblo argentino”, dijo Timerman ayer a Jaua y le aseguró: “Nadie en la región va a apoyar una destitución”.

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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recibió ayer un nuevo respaldo de parte de su par argentina, Cristina Kirchner.
Imagen: Télam
 
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