EL MUNDO › ES FAVORITO EN MONTANA Y DAKOTA DEL SUR, LAS úLTIMAS DOS PRIMARIAS DEMóCRATAS

Con el triunfo en el bolsillo, Obama se juega

El candidato afroamericano dijo que hoy o mañana podría obtener la nominación de su partido ante Hillary Clinton. La ex primera dama aún no arroja la toalla, pero su marido y ex presidente insinuó esa posibilidad.

Barack Obama apuesta a convertirse en candidato presidencial tras las últimas primarias que se celebrarán hoy en Montana y Dakota del Sur. “Mi impresión es que entre el martes (por hoy) y el miércoles (mañana) tenemos buenas posibilidades de obtener el número (de delegados y superdelegados) que necesitamos para ganar la investidura”, dijo ayer el senador por Illinois desde Michigan. Obama es la figura favorita en estos comicios y, según su equipo, está a 42,5 delegados de consagrarse candidato presidencial. Sin embargo, esta vez se disputan 31 delegados, por lo que el precandidato espera convencer a los superdelegados indecisos para que lo apoyen. Mientras los dirigentes del partido demócrata se preguntan cuándo Hillary tirará la toalla en beneficio de su rival, el ex presidente estadounidense Bill Clinton insinuó ayer que su esposa podría estar por ponerle fin a su campaña.

El precandidato demócrata se acerca a la recta final después de sufrir numerosas derrotas y registrar un pobre respaldo por parte de la clase trabajadora blanca norteamericana. Todo indica que ganará en Montana y Dakota del Sur, dos estados al oeste del país escasamente poblados, con un porcentaje significativo de indios norteamericanos que han dejado claro su apoyo al senador afroamericano.

El objetivo de Obama, según lo anunció ayer, es ganar tantos delegados como sea posible para así obtener el respaldo de los casi 200 legisladores y dirigentes del partido, los llamados superdelegados, que aún no han hecho público su voto. Una fuente parlamentaria señaló que el influyente legislador negro de Carolina del Sur, James Clyburn, número tres de la mayoría en la Cámara de Representantes, expresaría oficialmente hoy su apoyo al senador negro.

Luego de parar en Michigan, se espera que el senador por Illinois se dirija por la noche a miles de seguidores en Saint Paul, Minnesota, donde se realizará la convención republicana en septiembre. La campaña de Obama dijo que en un principio no será un mitin para celebrar su triunfo, pero el lugar escogido y el día están cargados de simbolismo político, ya que el senador negro está a un paso de obtener los 2118 delegados necesarios para la nominación. Allí podría despedirse de Clinton.

Pero la ex primera dama aspira a evitar que Obama reciba el apoyo de los superdelegados que aún no se han definido. Por eso, en los últimos tres actos se dirigió más a los representantes de su partido que a los simpatizantes presentes. En vez de darse un descanso y aceptar el imparable avance de su rival, Clinton continuó ayer volcando sus últimas energías a la batalla electoral. Su sitio de Internet dirigía instantáneamente a los visitantes a una página en la que se les solicitaba más fondos bajo el título hiperoptimista “Mantengamos el impulso”, según informó el diario inglés The Indedepent.

En Dakota del Sur, la senadora por Nueva York fue recibida con saludos por una modesta pero fiel multitud. Sin embargo, detrás de su máscara de calma escondía una profunda frustración: el triunfo aplastante que obtuvo el domingo en Puerto Rico, la cuarta victoria en las últimas seis internas, parece haber llegado demasiado tarde.

Su marido parece haberle dado ayer la estocada final, cuando insinuó que Hillary podría agotar hoy las últimas balas del cargador. “Quiero decir que éste podría ser el último día en el que estaré envuelto en una campaña de este tipo”, dijo Bill Clinton a seguidores de su mujer en Dakota del Sur, según informaron ABC y NBC en sus sitios web.

Por su parte, el diario Politico informó que personal que trabaja en la campaña de Clinton en varias partes de Estados Unidos recibió instrucciones de regresar a Nueva York para hoy y habría sido notificado de que su labor llegaba a su fin. “El anuncio sería una señal de que la campaña se está deshaciendo –al menos– de parte de su personal”, señaló el informe. La senadora dijo ayer que realizará una celebración en su estado de Nueva York por la noche, y no en Montana o en Dakota del Sur.

Otros informes han sugerido que Clinton analiza si debe seguir en la pelea luego de esta jornada. Lo cierto es que a medida que su partido le da cada vez más la espalda, según lo reconocen sus propios aliados, Obama le tiende la mano. “Le dije que una vez que termine la agitación, me encantaría encontrarme con ella, cuando y donde ella quiera”, precisó el precandidato.

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Barack Obama habló ayer en Michigan, para luego ir Minnesota, donde se realizará la convención republicana en septiembre.
Imagen: AFP
 
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