EL MUNDO › EL PRESIDENTE DE COLOMBIA LES CONTESTO A LOS GUERRILLEROS SOBRE SUS POLITICAS

Con duras críticas a las FARC

Los delegados insurgentes en Oslo habían criticado leyes recientes de Juan Manuel Santos durante las negociaciones de paz en Noruega. El presidente contestó ayer con dureza. Los siguientes pasos para la ronda en Cuba.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, restó ayer importancia a las críticas a la política del gobierno hechas por los negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. El mandatario opinó que, al expresar esas consideraciones en la inauguración del diálogo de paz, los representantes de la organización tuvieron intenciones políticas.

Santos habló ayer por primera vez, y en público, de la intervención en Oslo del jefe de los negociadores guerrilleros, Luciano Marín Arango alias Iván Márquez. “No les paré muchas bolas (no les hice mucho caso) a esas manifestaciones con intenciones políticas”, aseveró en su espacio de la Radio Nacional En línea con el presidente. “Cuando estos señores de las FARC dicen que ésta es una ley de mentiras, es porque les estamos quitando las banderas, es porque ellos saben perfectamente que esto es algo que les quita a ellos una de sus banderas de propaganda”, respondió Santos. Luego, en un foro académico en Bogotá, el presidente enfatizó en que el gobierno tiene claros los límites de la negociación. “Sabemos exactamente qué queremos, dónde están las líneas rojas, qué podemos ceder, qué no podemos ceder. Ojalá se pueda dar ese resultado porque sería maravilloso para todo el mundo”, dijo. Además, aclaró que, si fracasa, el gobierno ha hecho las cosas de forma tal que al país no le cueste nada haber ensayado. Santos aludió así a las condiciones en las que fue planteado este tercer proceso de paz de la historia de Colombia: sin concesiones de territorios a la guerrilla ni desarmes, con el fin de evitar caer en errores de intentos pasados que propiciaron que las FARC se fortalecieran.

En una larga intervención durante el acto con el que quedó el jueves formalmente abierto, este nuevo intento de pacificar Colombia, Iván Márquez le atribuyó al modelo de desarrollo del gobierno de Santos la pobreza y desigualdad de su país. “La paz no significa el silencio de los fusiles, sino que abarca transformar la estructura del Estado y de las estructuras económicas”, subrayó. Santos respondió a las críticas sobre la aplicación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, uno de los ejes de la política social de su gestión, que entró en vigor en enero. “La titulación de tierras es una trampa, encarna el despojo legal, los campesinos no tienen más remedio que vender o arrendar a las transnacionales, a los que sólo les interesa el saqueo de los recursos minero-energéticos”, dijo Márquez.

Fuentes cercanas al proceso dijeron ayer a la agencia EFE que el equipo de delegados gubernamentales, que encabeza el ex vicepresidente Humberto de la Calle, partió ayer de Noruega pero se desconoce cuándo llegarán a Bogotá porque, al parecer, hicieron escala en algún punto de Europa. En tanto, los negociadores se reunirán el 5 de noviembre para preparar las sesiones de debate sobre tierras que arrancarán el 15 de noviembre en Cuba, sede permanente de este proceso, que de terminar con éxito implicará el desarme de los cerca de 9 mil combatientes de la guerrilla, en actividad desde 1964. Hasta entonces, según indicó el jueves De la Calle, la discreción será total por su parte en torno al proceso, al que la opinión pública sólo tendrá acceso cuando sea oportuno.

Mientras tanto, las organizaciones civiles siguen tratando de tener voz en la mesa de negociaciones, como hizo ayer la Ruta Social por la Paz, una plataforma recién nacida que aglutina el sentir de toda la sociedad colombiana, según expresó la ex senadora, Piedad Córdoba, una de sus portavoces. Córdoba señaló que el proceso no será legítimo si sólo incumbe a dos interlocutores y, en ese sentido, no descartó la idoneidad de que los paramilitares pudieran ser parte de las conversaciones y revelaran su verdad, al tiempo que apuntó a una posible participación del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra organización de la guerrilla colombiana. “Hemos hecho el ejercicio a través del intercambio epistolar de acercar al ELN a la mesa de diálogo y creemos que inclusive ya puede haber posibles acercamientos entre el gobierno nacional y el ELN; en la dinámica y tiempos que ellos dictaminen, seguramente muy rápidamente podremos tener noticia de la participación”, dijo.

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“La paz no significa el silencio de los fusiles, sino transformar la estructura del Estado y las económicas.”
Imagen: EFE
 
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