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“Lamento y sufro por esas pérdidas, pero Dios hace las cosas, él me perdonará si me excedí en algunas, que no creo.” Esta fue la reflexión que Augusto Pinochet hizo el lunes –y se dio a conocer ayer– sobre las más de 3000 víctimas que dejaron sus 17 años de gobierno. En un interrogatorio, conducido por el juez Víctor Montiglio, el ex dictador chileno, adoptando una retórica mística, afirmó: “Todo lo que hice, todo lo que actué, todos los problemas que tuve, se los dedico a Dios, todo se lo dedico a Chile porque eso permitió que el país no fuera comunista y surgiera como hasta hoy”. Sin embargo, el cielo no parece estar de su lado, ya que ayer fue ratificado oficialmente que está en condiciones de enfrentar un juicio por la Operación Colombo.
Pinochet se mantuvo en su tradicional posición de negar todo conocimiento sobre las operaciones de la DINA, su policía secreta: “No me acuerdo. No me acuerdo. Nunca yo podría hacer una cosa así. ¿Por qué podría defender a la DINA si yo no sabía?”, intentó argumentar, a pesar de que ex agentes y el mismo jefe de esta fuerza, el encarcelado general Manuel Contreras, aseguran que el ex presidente de facto conocía las acciones represivas e, incluso, él se encargaba de dar las órdenes.
Montiglio interrogó a Pinochet en su elegante residencia del barrio La Dehesa, en el este de Santiago, en el marco de la investigación por la Operación Colombo, una ofensiva oficial en 1975 en la que se asesinó a 119 militantes de izquierda y luego se hizo pasar como que habían muerto en enfrentamientos entre ellos en Argentina. El interrogatorio duró más de dos horas y constó de unas 20 preguntas. Pinochet quedó enfrentado a la apertura de un juicio en su contra después de que la Corte Suprema chilena lo privó de su fuero, sin embargo, restaba determinar su estado de salud. El ex dictador ya había sido desaforado y procesado por los casos de la Caravana de la Muerte y la Operación Cóndor, pero fue sobreseído en los dos por sus problemas mentales.
Actualmente, sin embargo, para el abogado de los familiares de las víctimas desaparecidas, Hernán Quezada, el informe médico fue claro: “Los peritos coinciden en que en todos los exámenes hubo por parte de Augusto Pinochet una sobresimulación, para tratar de hacer parecer más graves los síntomas de la enfermedad neurológica que padece”. Según los peritos, la “demencia moderada” de Pinochet no es un obstáculo para comparecer ante la Justicia. El ex dictador también quedó involucrado, por declaraciones de generales retirados, en el contrabando de armas de Chile a Croacia en 1991, mientras regía un embargo internacional decretado por las Naciones Unidas. En aquel momento, se desempeñaba como comandante del ejército, tras el retorno de la democracia.