En Argentina, según el informe de la CIDH, en cárceles del Servicio Penitenciario Federal se registraron 24 suicidios entre 2006 y 2009, y 83 en cárceles del Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires entre 2004 y 2009. Por su parte, el Estado argentino informó que la capacidad real de alojamiento de las Unidades del Servicio Penitenciario Federal era de 10,337 plazas y que la población de las mismas, en abril de 2010, era de 9,426 internos. De las 54 Unidades Penitenciarias de la provincia de Buenos Aires, diez de ellas no fueron construidas con ese fin específico. Además, de las 54 Unidades Penitenciarias, tres fueron construidas entre 1877 y 1882, cuatro entre 1913 y 1951, y el resto son posteriores a 1960. En su reciente visita a Argentina el Relator sobre las Personas Privadas de su Libertad (PPL) constató la práctica por parte del Servicio Penitenciario Bonaerense de reiterados traslados de reclusos, llevándolos compulsivamente de una Unidad Penitenciaria a otra por el territorio bonaerense, lo que en la mayoría de los casos los somete a un alejamiento excesivo de sus familias por períodos prolongados.