EL MUNDO › EL MEXICANO SE PROPUSO COMO MEDIADOR ENTRE BOGOTA Y LA REGION

Espaldarazo de Calderón a las bases de Uribe

En los últimos tiempos, uno de los temas que preocupa a Fidel Castro son las bases militares que Colombia cederá a los norteamericanos. “Se equivocan los imperialistas si subestiman igualmente a los demás pueblos de América latina. Ninguno estará de acuerdo con las bases militares yanquis, ninguno dejará de ser solidario con cualquier pueblo latinoamericano agredido por el imperialismo”, escribió el veterano dirigente cubano a principios de esta semana. Pero el mensaje no llegó a todos los líderes latinoamericanos. Ayer, el mandatario mexicano Felipe Calderón visitó Bogotá para dar un espaldarazo, muy necesitado después de las críticas de la región, a Alvaro Uribe, su par colombiano.

“El narcotráfico no actúa de manera aislada, ni actúa tampoco sólo en los ámbitos nacionales”, aseguró Calderón, justificando la necesidad de la presencia militar norteamericana. “El crimen organizado debe ser combatido también de manera organizada y comprometida a nivel internacional”, agregó. No hubo peros, ni aclaraciones sobre la soberanía latinoamericana, como esbozaron en los últimos días los gobiernos de Brasil, Argentina y Chile, entre otros. “Obama fue muy enfático al señalar que, contrario a lo que se ha señalado, no hay pretensión de Estados Unidos de establecer nuevas bases militares o algo así”, explicó el mandatario, quien el fin de semana auspició de anfitrión de una cumbre del Nafta con sus pares Barack Obama y Stephen Harper, de Estados Unidos y Canadá, respectivamente.

El presidente mexicano se mostró comprensivo con Uribe, porque su gobierno también firmó recientemente un nuevo acuerdo con Washington para reforzar su alianza militar, el llamado Plan Mérida. Analistas norteamericanos y mexicanos lo calificaron como la versión mexicana del Plan Colombia, ya que se trata de enviar millones de dólares y personal militar al país para luchar contra el narcotráfico.

Con esas buenas credenciales en Washington y un vínculo de amistad histórico con Latinoamérica, México se propuso ayer como mediador entre Bogotá, el aliado férreo de Estados Unidos, y una región que está determinada a no ser el patio trasero de nadie. “Estamos siempre dispuestos a ayudar por las vías del diálogo, la razón, el entendimiento y el acuerdo a la solución de cualquier controversia en países hermanos, siempre y cuando sea en un marco respetuoso de su soberanía y la disposición de las partes de contar con la participación mexicana”, se autocandidateó Calderón, quien actualmente ocupa la presidencia temporaria del Grupo Río.

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