El vecino Irán, donde predominan los chiítas, aparece en cuadro. El líder del Estado Islámico de Irak,

Al Baghdadi, amenazó el pasado lunes con lanzar una “guerra” contra Irán dentro de dos meses si Teherán no deja de apoyar a los chiítas iraquíes, según el contenido de una grabación de audio. Baghdadi dijo que su grupo empezó a operar en Irak hace cinco años. El jefe terrorista afirmó que su grupo fue el responsable de dos ataques suicidas en mayo con camiones cargados de explosivos en la norteña región kurda de Irak. Luttwak advierte a este diario que Teherán juega una gran influencia en Irak y señala una contradicción en el papel iraní. “Paradójicamente Irán, que es chiíta, financia y provee de armas a elementos talibanes en Afganistán, quienes luchan hasta la muerte contra los chiítas del mundo. También apoya los elementos insurgentes iraquíes contra los ocupantes”.