EL PAíS › ALBERTO FERNáNDEZ REAPARECIó EN ESCENA Y SE REFIRIó AL INDEC

“Necesita un esclarecimiento”

El ex jefe de Gabinete ofreció una charla e hizo declaraciones. Combinó elogios al Gobierno por el pago de la deuda con cuestionamientos a la medición de la inflación. Antenoche cenó con los conductores del bloque de diputados K.

 Por Martín Piqué

Tras amagar con el bajo perfil y el regreso a su cátedra en Derecho, Alberto Fernández demostró que las promesas de exilio interno suelen quedarse en eso. En promesas. El inexorable retorno del ex jefe de Gabinete comenzó con un acto en Vicente López y una conferencia en La Plata, siguió con su entrevista cara a cara con Néstor Kirchner en la quinta de Olivos. En las últimas 48 horas, el maratón de apariciones de Fernández sumó dos capítulos, uno público y otro bastante más reservado. Ayer, tras una convocatoria que incluyó a la prensa, Fernández compartió un desayuno con los integrantes de la Asociación de Dirigentes de Empresas de la UCES. La noche anterior, el ex jefe de Gabinete había sido invitado a una actividad mucho menos numerosa. Fue una comida en la que estuvieron Fernández, la diputada Patricia Vaca Narvaja y el jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi. “En el bloque se ha abierto un proceso de deliberación”, fue una de las conclusiones de los tres comensales. Una conclusión que probablemente despertará inquietud en la Casa Rosada.

La cena tuvo lugar en la casa de la cordobesa Vaca Narvaja. La reunión permitió un intercambio de opiniones entre el ex jefe de Gabinete, clásico interlocutor con los legisladores, y las autoridades del bloque en Diputados. Fue el reencuentro de viejos conocidos: durante el conflicto por las retenciones móviles, Fernández supo dialogar mucho con el santafesino Rossi. En las últimas semanas, el jefe del bloque K fue objeto de algunas críticas entre las primeras líneas del Gobierno. Se le objetaba, en particular, su predisposición a incorporar cambios en los proyectos oficiales. Por esos antecedentes, la presencia de Rossi junto a Fernández puede ser interpretada como un guiño, hasta como un desagravio.

La cena en lo de Vaca Narvaja tuvo un único tema de conversación. En palabras de uno de los comensales, entre los legisladores del oficialismo está creciendo “un proceso deliberativo” que impulsa a revisar los proyectos legislativos que llegan desde la Casa Rosada. “Se habló de cómo veíamos la situación dentro del bloque. El proceso nos lleva a cambiar proyectos”, reconstruyó ante PáginaI12 uno de los asistentes. Ayer, apenas 24 horas después de la reunión, el Senado no logró el quórum especial para votar sobre tablas el proyecto de movilidad jubilatoria. La iniciativa ya tenía media sanción de Diputados. La agenda de Fernández continuó en la universidad privada UCES, donde encabezó un desayuno con miembros de la Asociación de Dirigentes de Empresas. Entre los asistentes se la pudo ver a la defensora de los genocidas Cecilia Pando (ver aparte).

Ante ese foro empresario, Fernández combinó elogios al Gobierno por el pago al Club de París y la reapertura del canje con los holdout con cuestionamientos puntuales a los sistemas de medición del Indec. “Necesita un esclarecimiento definitivo para sacar las dudas”, opinó el ex jefe de Gabinete sobre el Indice de Precios al Consumidor (IPC) del instituto estatal de estadísticas. Cuando lo consultaron por la decisión de pagar la deuda al Club de París y reabrir el canje, dijo que a principios de año él analizó esas medidas con la Presidenta y su esposo. “Las hablamos en enero de este año. Es una inteligente decisión de realismo económico”, argumentó. Luego negó que ambas decisiones constituyeran un giro a la ortodoxia por parte del kirchnerismo. “A estas ideas no las llamaría medidas ortodoxas. Es muy difícil estar de pie debiendo. La Argentina, frente a esta crisis internacional, tiene una posibilidad extraordinaria para atraer inversiones, pero tiene que ordenar estas cosas”, aseguró.

Tras participar de esa conferencia, Fernández cuestionó al vicepresidente, Julio Cobos, en declaraciones radiales. De esa manera se sumó a la ola de miembros del oficialismo que lo cuestionaron por recibir en su despacho a dos figuras de la oposición, Eduardo Buzzi y Mauricio Macri. “La calidad institucional se ve vulnerada cuando un vicepresidente parece marchar en sentido contrario a la Presidenta. Un vicepresidente es parte de un Poder Ejecutivo. Sería bueno que, por lo menos, coordine mínimamente sus acciones dentro del Poder Ejecutivo”, cargó.

En una clara búsqueda de equilibrio, Fernández suavizó sus declaraciones sobre el Indec destacando su relación personal con los Kirchner. “Ellos son mis amigos. Mi relación con Kirchner es la relación de dos amigos. Podemos tener diferencias y celebro poder discutirlas. Hice lo correcto al renunciar. Es digno dar un paso al costado, fue un acto de dignidad personal. No ser un sujeto vegetante que ocupa un sillón y cobra un sueldo. Eso sí es indigno, una política tan miserable en la que uno se queda por comodidad. Estoy muy contento con lo que hice, no me gusta actuar como los críticos. Este gobierno jamás tuvo déficit fiscal. Es el primer gobierno que nunca tuvo déficit fiscal”, subrayó.

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Alberto Fernández durante su charla en la UCES, con Cecilia Pando detrás de él en el auditorio.
Imagen: DyN
 
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