EL PAíS › EL DESTACAMENTO DE LOMAS DEL MIRADOR ADONDE FUE LLEVADO LUCIANO ARRUGA ANTES DE SU DESAPARICION

De comisaría a espacio para la memoria

Había sido cerrado en diciembre pasado. Fue reconvertido e inaugurado ayer en el marco de un homenaje al joven desaparecido.

”El chaboncito no quería robar y la policía le decía que robe para ellos. Por eso lo mataron”, explicaba Vicky, una alumna “de sexto” de la Media 34, de 16 años. Hablaba de Luciano Arruga, quien también tenía 16 años la noche del 31 de enero de 2009, cuando policías de la Comisaría 8 de Lomas del Mirador lo subieron a un patrullero y lo llevaron a ese destacamento, una base de operaciones en la que se perpetraron detenciones ilegales que fue cerrado en diciembre pasado. Allí lo vieron a Arruga por última vez. Ayer, en ese lugar, la Comisión Provincial por la Memoria, junto a la familia de Arruga y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza, abrió las puertas de un espacio para la memoria social y cultural con su nombre. “Luciano está desaparecido por una policía corrupta que le ofrecía salir a robar”, aseveró su hermana, Vanesa Orietta.

Mientras los activistas de las organizaciones de derechos humanos preparaban el acto y montaban una tarima, una larga bandera y una mediasombra para resguardar del sol a los presentes, en la esquina, cien alumnos charlaban, entraban a la panadería a comprar facturas y tomaban mate. A las 10 llegó Orietta cargada con bolsas llenas de cartulinas con fotos de Arruga y otras víctimas del gatillo fácil, notas de diarios y trabajos hechos por los chicos, que empezó a poner en la entrada del jardincito del frente del ex destacamento, como en una muestra, para después colgar más cosas adentro. “Cada vez que entro en este lugar siento la misma impotencia”, comentó Orietta. “No puedo entender cómo en un lugar en el que se debían cumplir funciones puramente administrativas, tenían chicos detenidos cuando ésta era una práctica totalmente ilegal y arbitraria.” La joven reiteró que fue la policía la que hizo desaparecer a su hermano, y agregó: “El estuvo detenido en este lugar el 22 de septiembre del 2008. Con mi mamá escuchamos cómo le pegaban en la cocina”. Los efectivos del destacamento pararon a Arruga por la calle varias veces antes de enero del 2009 para pedirle los documentos y revisarlo; lo detuvieron ilegalmente por averiguación de antecedentes tres meses antes; fue visto por otros detenidos en el destacamento; hubo peritajes hechos con perros en los que se detectó el rastro de Arruga en un patrullero y en el fondo del destacamento. A pesar de eso, se mantiene la misma carátula desde el 2009: “Averiguación de paradero”. Por ese motivo no hay imputados. Aunque la querella pidió el cambio de calificación, el pedido no fue tomado en cuenta por el juez, Gustavo Banco, ni por la fiscal, Julia Cejas. Mientras la carátula no cambie a “desaparición forzada”, los policías que estaban esa noche en el destacamento serán llamados por el magistrado sólo en calidad de testigos. “Si el juez no cree en la palabra de los detenidos, la situación es muy difícil. Tampoco cree en el peritaje que se hizo con los perros. No le da importancia. Dice que aunque no descarta la hipótesis del accionar policial, quedan muchas cosas por investigar. Pero no sabemos cuáles son”, reflexionó Orietta antes del acto.

Durante su discurso, la joven aprovechó para dirigirse a los chicos: “Ustedes son los importantes acá. Mi hermano tenía su edad cuando desapareció. El logró hacerse visible entre tantos casos que no pueden, porque son pobres, porque son de barrios humildes”, dijo, y agregó que, antes de su desaparición, su hermano fue reiteradas veces instigado a salir a robar por los policías de esa comisaría. “Lo pararon varias veces por averiguación de antecedentes. Lo golpearon. El sufría mucho y tenía miedo”, aseveró. Criticó al gobierno provincial por no haber recibido a su familia, y al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, por pretender ubicar en el predio del ex destacamento “un centro social y deportivo”. “No lo vamos a permitir”, advirtió, y comentó el proyecto de crear en ese lugar un espacio de atención a las víctimas del gatillo fácil.

Los demás oradores relacionaron la desaparición de Luciano con el aniversario del golpe de 1976. “Un pueblo como el nuestro, ¿puede convivir con la náusea que genera la desaparición de Luciano Arruga?”, se preguntó, durante su discurso, el copresidente de la CPM, Hugo Cañón. Lo siguió el presidente de la APDH la Matanza, Pablo Pimentel, quien acusó a la policía de reclutar “sistemáticamente” a jóvenes pobres para delinquir “junto con ellos”, y criticó al gobernador bonaerense, Daniel Scioli. “Al no recibir a la familia de Luciano, está avalando un acto del que, en definitiva, él es responsable”, dijo. Pérez Esquivel, por su parte, llamó a los jóvenes a “estar atentos” porque “la democracia no se regala: es un espacio a construir”.

Informe: Sol Prieto.

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La casa en la que funcionaba la Comisaría 8, adonde Luciano Arruga fue visto por última vez.
Imagen: Dafne Gentinetta
 
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