EL PAíS › NICOLAS CICCONE ASEGURO QUE HUBO DOS REUNIONES CON BOUDOU

El respaldo a la nueva versión

El ex dueño de la calcográfica declaró ante el juez y ratificó los dichos de Guillermo Reinwick, quien esta semana cambió su postura original en el caso. El abogado de Boudou negó las supuestas reuniones y dijo que denunciará a Ciccone por falso testimonio.

Nicolás Ciccone, el ex dueño de la calcográfica, declaró durante cinco horas ante el juez Ariel Lijo y respaldó la nueva versión que el martes había ofrecido su yerno, Guillermo Reinwick, en el sentido de que detrás del rescate de la imprenta estuvo Amado Boudou, con quien los Ciccone dicen haberse reunido dos veces. El abogado del vicepresidente insistió en que esos encuentros no existieron y anticipó que denunciará a Ciccone por falso testimonio.

El empresario declaró durante cinco horas en los tribunales federales. Allí ratificó y completó la nueva versión de los hechos dada por Reinwick a principios de la semana, después de que el juez lo considerara testigo y no imputado. Ciccone dijo que hubo dos reuniones con Boudou.

La primera, sostuvo, se realizó en Telefe. El empresario dijo que estaban buscando ayuda para salvar a la imprenta –en quiebra– y que su yerno conocía a quien era gerente general del canal, que a su vez conocía al secretario privado de Boudou. En el canal, agregó, mientras Boudou estaba “en una entrevista con el programa AM”, les presentaron a “su hombre de confianza”, José María Núñez Carmona. Boudou “se acercó” terminada la entrevista; “después de las formalidades, me advirtió que lo que tendría que conversar yo con él, debía hacerlo con Núñez Carmona”, dijo el empresario.

Según Ciccone, “inmediatamente después”, pasaron a una sala de directorio de Telefe con Núñez Carmona, donde éste “ante una especie de pizarra que había en el lugar, hizo una serie de manifestaciones de cómo debería ser constituida una asociación con un grupo financiero” que aportara los fondos que necesitaban. El empresario aseguró que Núñez Carmona puso como condición que los Ciccone (él y su hermano Héctor) “cediéramos el 70 por ciento del paquete accionario”, y dijo que se sintió víctima de “una velada extorsión”. “Núñez Carmona me hizo sentir que, si no le daba el 70 por ciento de la empresa, íbamos a ir a la ruina porque estábamos quebrados y no teníamos opción.”

Ciccone aseguró que hubo un segundo encuentro con Boudou, en una confitería de Puerto Madero, que según él se hizo para aflojar la situación de estancamiento que había surgido porque su hermano Héctor se negaba a firmar el acuerdo, molesto con cómo los trataba Núñez Carmona, al que definió como un hombre “imperativo” y “violento”.

Durante la testimonial, el fiscal Jorge Di Lello pidió que Ciccone pasara a declarar como imputado y se le leyeran sus derechos, ya que –planteó– lo que estaba contando podía ser autoincriminante, pero el juez no hizo lugar al reclamo, tras lo que Di Lello se retiró de la audiencia.

Tampoco la presenciaron los abogados, ya que antes de declarar, Ciccone pidió que el representante de Boudou y Núñez Carmona no presenciara su testimonial porque, dijo, se sentía amenazado. Lijo hizo lugar a su pedido e impidió también que presenciara la audiencia el abogado que acompañaba a Ciccone, Maximiliano Rusconi –conocido como defensor del ex presidente Carlos Menem–.

Los abogados debieron informarse de la declaración una vez terminada. “No existieron esas reuniones con Boudou, es todo falso, no existió ninguna reunión en la sala de directorio de Telefe y no existió ningún almuerzo en Puerto Madero”, aseguró Diego Pirota, defensor del vicepresidente. Para el letrado, la declaración de Ciccone fue “la continuidad de una operación armada a partir de la declaración de Reinwick; todo forma parte de un mismo entramado, trazado por gente que tiene intereses económicos reconocidos judicialmente y que no deberían haber sido convocados como testigos, ya que no son una parte ajena a los hechos que se investigan”.

En esta línea, otros allegados a la defensa del vicepresidente marcaron como poco verosímil que Núñez Carmona, minutos después de ser presentado a Ciccone, haya desplegado un esquema de salvataje del grupo.

Reinwick, el yerno de Ciccone, había sostenido inicialmente en una solicitada que el Estado no tenía nada que ver con Ciccone, que todo era de la familia y que el director de la empresa, Alejandro Vanderbroele (acusado por su ex mujer de ser testaferro de Boudou), fue contratado por él mismo. En la declaración del martes dio un giro de 180 grados y aseguró que Vanderbroele le fue impuesto por Núñez Carmona. Fue en esta línea que ayer Ciccone apuntaló sus dichos.

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El empresario cambió su declaración tras ser considerado testigo y no imputado por Lijo.
 
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