EL PAíS › MACRI Y SOBISCH SE POSICIONARON COMO LIDERES DE LA DERECHA

“Una nueva alternativa nacional”

Macri archivó su discurso municipal y habló de una “nueva alternativa”. Allí ubicó al neuquino Sobisch y a López Murphy. Descartó al duhaldismo, pero no “a los radicales y peronistas” que se quieran sumar. Sobisch dijo que competirá contra Kirchner en 2007.

 Por Fernando Cibeira

El espacio de centroderecha consiguió ayer su nueva esperanza blanca. La victoria de Mauricio Macri en Capital Federal no fue sorprendente si se mide por cifras –al fin, obtuvo un poco menos que hace dos años para jefe de Gobierno–, pero sí significativa, dado que venció al hombre del Gobierno en el distrito y a una candidata presidencial para 2007. En tanto evalúa las repercusiones de la victoria, el presidente de Boca archivó el discurso municipal que siguió durante la campaña y anunció anoche el nacimiento de “una alternativa nacional”. Como compañeros de ruta mencionó al alicaído Ricardo López Murphy y, principalmente, al gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, quien se impuso con comodidad al kirchnerismo en su provincia. En cuanto al papel que podría jugar el duhaldismo en este armado, Macri insistió en señalar ese sector como “parte del oficialismo”, pero no descartó sumar más gente del justicialismo. Es decir, duhaldistas sí, a Eduardo Duhalde no.
Hasta que salió a hablar Macri, alrededor de las 21, en el bunker de Alsina y San José, se insistía en que lo que meta del triunfador porteño era la jefatura de gobierno dentro de dos años. Para eso, esgrimían un último dato, paralelo al de los tan buscados boca de urna. “El porcentaje de los que responden que nunca votarían a Macri en Capital bajó del 54 al 46 por ciento. Eso nos deja la puerta abierta a un triunfo en el ballottage”, decía el candidato macrista, recordando lo sucedido en 2003 contra Aníbal Ibarra.
Al contrario a lo ocurrido en aquella oportunidad –cuando un clima triunfalista dejó paso al desencanto–, esta vez, en el centro de cómputos del macrismo prevaleció la moderación. Macri se hacía ver cada tanto, tranquilo y sonriente, rodeado de sus íntimos y de un grupo de dirigentes cercanos como Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli y Paula Bertol. Pero con el paso de las horas y a medida que se confirmaban los números alentadores, las ansiedades pasaron a ser otras. “¿Cómo salió Sobisch?”, pasó a ser el interrogante.
Sigilosamente, había comenzado a jugarse una puja por el liderazgo del nuevo espacio.
Hace tiempo que el gobernador de Neuquén blanqueó sus deseos de ser el candidato presidencial de una alianza de derecha que nuclee a los partidos provinciales, a la que pretende sumar a Macri y a sectores peronistas. Ayer, Sobisch se jugó una carta brava al convocar también a una elección de convencionales constituyentes junto a la de legisladores. El kirchnerismo lo enfrentó con una amplia alianza, pero no le alcanzó. El Movimiento Popular Neuquino (MPN) se imponía, al cierre de esta edición, con el 48,2 al 36,2 por ciento. “Son cifras fuertes que consolidan al MPN y a la proyección nacional del partido para 2007”, festejó Sobisch, quien adelantó que competiría con Néstor Kirchner por la presidencia.
Con esa expresión de deseos, buscó emparejar la victoria de Macri en el distrito vidriera del país, éste sí de notoria proyección nacional.
Pero Macri, rápidamente, confirmó su intención de fortalecer el espacio creado a partir de algunos diálogos con el gobernador neuquino. A priori, uno de los obstáculos de esa alianza era la presencia de López Murphy, dado que su fuerza –Recrear– lleva adelante una postura opositora a Sobisch en la provincia. Dada la floja actuación del Bulldog en los comicios bonaerenses, habría que dar ese problema por enterrado.
A propósito de la provincia, uno de los interrogantes que se abrió en torno de este sector fue el papel que podría jugar el duhaldismo que no encuentre la forma de reinsertarse dentro del esquema de la Casa Rosada. “Es parte del oficialismo”, insistió anoche Macri cuando lo consultaron, ya triunfador. Pero abrió la tranquera a “dirigentes radicales y peronistas” que quieran sumarse al Pro. En el macrismo consideraba que, así como están las cosas, una foto con Duhalde no les sumaba nada aunque no podían negarles la visa a intendentes duhaldistas con peso territorial. No por nada, Macri habló ayer de “los cientos de intendentes que conocí recorriendo el país”. “Duhalde nos va a servir”, sostenía, sin embargo, uno de los dirigentes peronistas que participan del armado macrista. ¿Cómo? “Todavía es pronto para hablar de eso”, agregaba.
En sus apariciones, Macri defendió a López Murphy. “Libró una valiente batalla fundamental para nuestro futuro”, sostuvo. Con el mismo tono que tan buenos réditos le dio, el empresario evitó críticas y hasta agradeció a sus adversarios. Elisa Carrió tuvo aplausos, pero cuando habló de “el señor Bielsa” generó la rechifla de sus simpatizantes. Y dio la letra opositora “constructiva” de la que buscará dotar a su partido al advertirle al Presidente que apoyarán al Gobierno en lo que estén de acuerdo. Por eso, evaluó al Pro como “la alternativa democrática que necesita el sistema para equilibrarse”.

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El gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, se mostró eufórico ayer al comentar su triunfo.
 
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