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“No puedo asegurar que existieron ni que no existieron las coimas”

Las declaraciones son de Osvaldo López, ex chofer de Costanzo. El hombre aparecería en un video filmado por la ex asistente del senador en el que confirmaría la existencia de los sobornos.

 Por Eduardo Tagliaferro

Osvaldo López es uno de los muchos choferes que trabajan en el Senado. En el 2000 reportaba en el despacho del rionegrino Remo Costanzo. La testigo que el jueves pasado afirmó en tribunales que ese parlamentario le había dicho que cobró 300 mil pesos de coima por levantar la mano cuando se votó la Ley de Reforma Laboral, había señalado que “López participó en algún tramo del reparto” del dinero. Ayer López respondió que “no era personal de confianza del senador”. En declaraciones radiales, el chofer también dijo que “si (Sandra Montero) tiene un video que lo muestre en la Justicia. Pero que lo muestre completo, ya que no tengo nada que esconder”. Al hablar de las coimas, López afirmó que no podía afirmar ni desmentir su existencia.

De esta manera, el chofer reconoció haber hablado con la nueva testigo. Desde que Montero se presentó en Comodoro Py, en los tribunales se especuló con la existencia de una cámara oculta. Filmación que la propia defensa de Montero reconoció frente a las autoridades judiciales. “Tomamos nuestros recaudos”, fue la palabra clave que permitió sospechar la existencia de un video que por el momento no forma parte del expediente judicial. Del video se habló en los medios, pero que aparece guardado bajo siete llaves. En un fallido cometido hace unos días en una entrevista que mantuvo con el periodista Nelson Castro, el abogado de Montero sugirió que ese video existía. En los tribunales se aventuró siempre que allí la testigo había grabado una conversación con uno de los choferes de los senadores involucrados en el affaire.

A pesar de que era su día franco, ayer López concedió una entrevista al acreditado de Radio Mitre en el Congreso. En ese diálogo, López no le recriminó a Montero que lo haya filmado en una cámara oculta. “Ella tendrá sus motivos”, se limitó a responder. El chofer trabaja en el Senado desde hace 27 años. Desde junio del año pasado conduce al jefe de la bancada oficialista, el rionegrino Miguel Angel Pichetto. En la entrevista radial de ayer, López eludió cualquier definición sobre las coimas. “Se decía que había habido coimas. Yo no puedo asegurar eso”, sostuvo. López incluso negó una pelea entre los choferes de varios senadores, tal como aseguró el famoso anónimo que disparó el caso. “No hubo esa pelea”, señaló. El anónimo que llevaba el título “Sobornos, la trama secreta”, aseguraba que el secretario de un senador le había recriminado al chofer la falta de discreción. A lo que el chofer habría respondido que todos sabían que él había participado en el reparto del dinero de las coimas.

En su declaración judicial, la nueva testigo afirmó que luego de presenciar un diálogo entre López y el secretario de Costanzo, Martín Fraga Mancini, el chofer le dijo a ella: “Se me viene un quilombo de locos, si descubren que Martín y yo estamos metidos en este quilombo”. La testigo fue más allá. En otro tramo de su testimonio y hablando del chofer, aseguró que “su preocupación era porque Fraga Mancini repartió dinero y él fue chofer de Martín para esa actividad, aunque López no sabía en qué estaba participando”.

En la entrevista, además de relativizar su influencia en el despacho de Costanzo, López destacó el papel que allí tenía Fraga Mancini. “El era el secretario del senador y le manejaba muchas cosas”, dijo. Ayer López tenía su día franco. La repercusión de sus dichos radiales fue el comentario obligado en todos los pasillos de la Cámara alta. En verdad, desde que la nueva testigo se presentó ante el juez Daniel Rafecas, en casi todos los rincones del Senado los entretelones del caso son tema obligado de conversación. El mismo martes, en una de las esquinas del Palacio Legislativo, este diario pudo escuchar que uno de los choferes de la plantilla del Senado le comentaba a su interlocutor: “Acá todos desconfían de todo el mundo”. Como para no desconfiar, si en casi todos los bares aledaños y en casi todas las oficinas, de las coimas y de los nuevos testigos es de lo que único que se habla. Aunque, claro, se habla en voz baja. Frente al juez, la testigo no sólo mencionó a López. También señaló al entonces chofer del ex senador Alberto Tell. “El más asustado siempre fue López, ya que Ramón Robledo, chofer de Tell, estaba más tranquilo porque Tell nunca lo abandonó”, declaró Montero. La testigo que ahora se encuentra fuera del país beneficiada por el sistema de testigo protegido también había dicho que, aunque “ahora Robledo trabaja para el senador Pedro Salvatori, sigue realizando trámites y gestiones personales para Tell”. A pesar del receso parlamentario varios secretos corren por los pasillos del Senado.

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Sandra Montero afirmó en su declaración que “López participó en algún tramo del reparto” del dinero.
 
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