EL PAíS › MACRI Y LOPEZ MURPHY JUNTO A BLUMBERG. D’ELIA Y LA CONTRAMARCHA

La Plaza de Mayo, en disputa

La marcha convocada por Juan Carlos Blumberg para exigir mayor seguridad sumó a los dirigentes de PRO. El kirchnerista Luis D’Elía no descartó hacer una contramarcha. El Premio Nobel de La Paz, Adolfo Pérez Esquivel, criticó la convocatoria de Blumberg.

 Por Diego Schurman

“Hay distintas opiniones que proponen manifestarse, por lo que no descarto que vayamos a ir a la Plaza de Mayo. Nunca dije que no íbamos a ir.” Con esa frase, Luis D’Elía mantuvo viva ayer ante Página/12 la posibilidad de realizar el próximo jueves una contramarcha a la que organizó para ese mismo día y en ese mismo lugar Juan Carlos Blumberg con el respaldo de Mauricio Macri y Ricardo López Murphy.

Desde La Quiaca, donde se reunió con autoridades locales, D’Elía se negó a dar por muerta su propuesta de arriar a distintos movimientos sociales hacia la puerta de la Casa Rosada y así eclipsar la marcha con la que Blumberg pretende reclamar mayores medidas de seguridad. “Sigue en el terreno de las evaluaciones”, señaló a este diario el subsecretario de Tierras para el Hábitat Social, pese a que un abanico de organizaciones ya adelantaron que no se sumarán a esa iniciativa.

El funcionario subió la apuesta luego de conocerse que tanto Macri como López Murhpy anunciaron su participación en la convocatoria que el papá de Axel realizó a Plaza de Mayo. “Esto confirma lo que yo dije en días anteriores de que esta era una marcha de la ultraderecha y que el cerebro de todo esto era Macri.”

Efectivamente, en el Gobierno consideran que la marcha será el puntapié inicial de la campaña de Blumberg a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Saben, además, que podría convertirse en la primera marcha de envergadura de la oposición frente a la Casa Rosada y no escatiman alternativas para quitarle vigor.

La propuesta de D’Elía parece ir en esa dirección. En la oposición están convencidos de que se trata de una estrategia para amedrentar la concurrencia espontánea, sobre todo a la temerosa clase media. “El dice que nosotros vamos contra el Gobierno y que él va a apoyarlo. Entonces está diciendo que los hinchas de River se van a encontrar con los de Boca: o sea, que va a haber lío. Y eso asusta, deslegitima”, señaló a este diario una fuente de PRO.

La batalla mediática parece estar planteada en esos términos. “Esta no es una marcha contra el gobierno nacional ni contra las instituciones legalmente constituidas. No es una marcha de colores o banderas partidarias. Es simplemente una marcha de ciudadanos que reclaman mayor atención a un punto específico de la agenda política de nuestros gobernantes”, señaló por carta el diputado Carlos Araujo, presidente del bloque porteño de Recrear.

Hasta ahora, Néstor Kirchner buscó atenuar el crecimiento político de Blumberg por distintos medios. El Presidente le prestó el oído al ingeniero, apuró en el Congreso la aprobación de varias de sus leyes, y hasta ordenó a sus ministros que lo atendieran sin intermediarios. La preocupación que el tema genera en el Presidente lo ha llevado a exhibir una foto de Axel en el escritorio de su propio despacho.

Pero en esta oportunidad es distinto. Blumberg, quien en los últimos días no ha dudado en mostrarse con Macri y Roberto Lavagna, va a ir a la Plaza de Mayo. Y al kirchnerismo esa parada no le gusta nada. Claro que en público trata de mostrar desinterés. “Que cada uno piense y pida y haga lo que tiene que hacer, que se haga cargo de lo que se hace, pero cargo socialmente, y nada más. No es un tema objetivamente que nos preocupe”, dijo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

Hasta el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, quien aspira a continuar en ese cargo en el 2007 bajo el paraguas kirchnerista, terminó alineándose con la Casa Rosada. Y, a través de su vocero, le recomendó a Blumberg que desistiera de la protesta por el grado de “politización” que había adquirido.

D’Elía aportó lo suyo ayer con una retahíla de acusaciones contra Blumberg. Dijo que la secta Moon lo está financiando, que el Estado Mayor del ingeniero lo conforman los apellidos Marcelo Bragagnolo, Cecilia Pando, Bernardo Neustadt y Mariano Grondona, y que el 31 será el acto de lanzamiento de su candidatura a gobernador del partido de Macri.

El líder del PRO rechazó los dichos del dirigente piquetero sobre la “politización” del acto y dijo ayer que concurrirá a la plaza como “un ciudadano más”. “No entender –señaló– que Blumberg expresa el miedo que tenemos todos cuando vamos por la calle es no vivir en Argentina, un país donde la inseguridad aumenta todos los días. Yo coincido en un 90 por ciento con sus propuestas para combatir la delincuencia.”

También el piquetero Raúl Castells confirmó su asistencia al acto. Y el ingeniero ya le devolvió la gentileza. Ayer lo acompañó en una marcha al Congreso para “reclamar por mejoras” para los jubilados. Parece tanta la coincidencia que la columna de Castells prefirió retrasar la salida de la manifestación en espera de la llegada, poco puntual, de Blumberg.

“Vamos a acompañarlo porque defendemos el derecho democrático a manifestarse pacíficamente”, se justificó Castells. “Si no lo hacemos, mañana tampoco van a permitir que se manifiesten los obreros”, completó.

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Juan Carlos Blumberg recibió también el apoyo del piquetero opositor Raúl Castells.
 
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