EL PAíS › SOBISCH JUSTIFICO LA REPRESION Y ENFRENTARA UN PEDIDO DE JUICIO POLITICO

“El responsable es el gobernador”

El reconocimiento de la responsabilidad no implicó una autocrítica. Sobisch criticó los cortes de ruta y las protestas sindicales. Los legisladores de la oposición anunciaron que presentarán mañana un pedido de juicio político. Y el candidato a gobernador de su partido, Jorge Sapag, buscó diferenciarse.

 Por Miguel Jorquera

Desde Neuquén

Jorge Sobisch rompió el silencio, pero lejos de cualquier autocrítica por el asesinato del profesor Carlos Fuentealba a manos de la policía neuquina, el gobernador de Neuquén la justificó. Además, arremetió contra los cuestionamientos del presidente Néstor Kirchner y hasta contra los de su (ex) socio Mauricio Macri. “En Argentina se debe discutir si vamos a cumplir con la ley y que las rutas tengan libre tránsito o vamos a cambiar las leyes y decir que una protesta sindical puede cortar las rutas y puede atacar su casa”, dijo. Legisladores de todos los bloques opositores en la Legislatura de Neuquén presentarán el lunes un pedido formal de juicio político al gobernador por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y como responsable directo de la policía, por haber dado la orden de reprimir y no garantizar la paz social en la provincia”. El candidato a gobernador del oficialista Movimiento Popular Neuquino (MPN), Jorge Sapag, salió a diferenciarse de Sobisch, a quien venció en la interna partidaria.

“De todo lo que pase en la provincia, para bien o para mal, el responsable político es el gobernador y salgo a dar la cara, no me escondo como han hecho muchos otros dirigentes”, soltó Sobisch apuntándole al Presidente. Además, acusó a los sindicalistas de “atacar casas” y postergó cualquier definición sobre “renunciamientos” de funcionarios de su gabinete, que reclaman los docentes y gran parte de la sociedad neuquina. En las palabras que difundió no hubo autocrítica sobre el accionar de los grupos especiales de la policía neuquina –que él mismo creó aun en contra de la Constitución provincial, que los prohíbe– que “fusiló” al profesor Fuentealba sobre la ruta 22 que los docentes nunca llegaron a cortar.

Pero no olvidó mencionar lo que llamó “ataques” del sindicalismo a “su casa”. La frase fue una respuesta a los escraches que los docentes de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (Aten) hicieron en las casas de varios funcionarios y que ayer incluyó la del propio gobernador: un departamento de un coqueto edificio en la parte más acomodada de la capital neuquina, que ayer pareció estar totalmente deshabitada. Nadie, ni los vecinos del gobernador, salieron a defender la fachada del edificio de las pintadas que exigen “Sobisch renunciá”.

En su comunicado, Sobisch tampoco bajó su bandera de reprimir los cortes de ruta con un tiro por elevación a Kirchner. “Si esto lo apoyan el presidente Kirchner y toda su gente, deberá sancionar una ley que diga que las rutas dejan de ser públicas, que ampare, como sucedió en Salta, que una mujer no llegó a ser atendida en un hospital y falleció por un bloqueo”, insistió como ejemplo para mencionar una única muerte, que no incluía al docente neuquino. “Si vamos a consolidar lo ilegal, que tengan también la valentía de sancionar una ley que diga que esto que hoy es ilegal lo vamos a convertir en legal”, añadió para reafirmar su propia convicción de ser el adalid de la “solución” sobre el tema.

Lejos de abandonar sus aspiraciones presidenciales, Sobisch intentó mostrase como el mejor adversario del oficialismo desde el espacio de la fraccionada derecha vernácula. Así, arremetió directamente contra Kirchner. “El primero que ha actuado con hipocresía y cobardía haciendo uso de una desgracia que tuvo la provincia del Neuquén es el presidente de la República Argentina. Hace pocos días demostró que ante un hecho donde él puede reivindicar la soberanía de los argentinos y los que lucharon por nuestras tierras, no tuvo la valentía de respaldarnos, se quedó en su casa como se quedó en su casa durante los episodios de Cromañón”, subrayó en su comunicado.

“Yo estoy dando la cara –manifestó el gobernador–, si hay algo que me diferencia de Kirchner y de todos los dirigentes que están tratando de descalificar e intervenir a la provincia para que se convierta en un gran escándalo, es que ellos no han dado la cara ante los grandes problemas. Siempre se han escondido, y no sólo eso, sino que se han juntado para defender intereses corporativos.”

No se salvó de las críticas su ex aliado Mauricio Macri: “Yo hubiera actuado distinto, él opinó en términos políticos, tomó la decisión de separarse y me enteré por los diarios cuando en mi caso cualquier cosa que tenga para decir lo digo personalmente y en la cara”, dijo en relación a la distancia que tomó del presidente de Boca Juniors después de la muerte de Fuentealba. Macri y Sobisch habían acordado que el candidato presidencial de su espacio se fijaría según quién de los dos anduviera mejor en las encuestas. El viernes, el líder del PRO anunció que el intento de acordar con el neuquino habían “fracasado”.

En rodeo propio

Sobisch no sólo contestó las críticas que llegan de diferentes sectores y rincones del país. Sus palabras también fueron en respuesta a quienes salieron a pedir su renuncia en su propio territorio. Ayer al mediodía, los legisladores de casi todos los dispersos grupos opositores de Neuquén anunciaron que el lunes presentarán formalmente un pedido de juicio político al gobernador. Los motivos van desde “incumplimiento de los deberes de funcionario público y como responsable directo de la policía” hasta “por haber dado la orden de reprimir y no garantizar la paz social en la provincia”.

En la conferencia de prensa, que dieron en un anexo de la Legislatura provincial, estuvieron los legisladores Raúl Radonich y Pablo Tomasini del Frente Grande; Ricardo Rojas, del MID? Carlos Moraña, del Partido Intransigente; Jesús Escobar, de Libres del Sur; Eduardo Mestre, de Recrear, y Beatriz Kreiman, del ARI. Allí también se aseguró que la iniciativa contará con las firmas de los justicialistas Gabriel Romero y Ariel Coglan.

“Necesitamos que los legisladores de otros partidos, que siempre acompañaron con su voto al oficialismo, también se sumen a esta iniciativa”, pidió Kreiman. El llamado era para los diputados peronistas, que agrupados en distintos bloques se alinearon rápidamente con la política del gobernador en la Legislatura. Pocos creen en Neuquén que la iniciativa institucional prospere sin el respaldo de estos bloques y un difícil quiebre del MPN.

Sin embargo, a Sobisch no dejó de preocuparle la distancia que tomó Jorge Sapag, el candidato a gobernador del MPN que venció al candidato de Sobisch en la interna partidaria. El que habló fue el poderoso dirigente local del SUPE, Guillermo Pereyra, quien afirma lo que Sapag no dice en público. “Tiene que haber renunciamientos, esto no puede quedar así. El gobernador debe tener la humildad de pedir la renuncia de los responsables del asesinato”, lanzó Pereyra. Aunque la crítica no llegó hasta el pedido de renuncia de Sobisch, las palabras impactaron en el gobernador.

Sapag suspendió todos los actos de campaña y hasta la publicidad televisiva. “Es para respetar el dolor de los familiares de Fuentealba”, dijeron los voceros del candidato a Página/12, aunque está claro que Sapag quiere diferenciarse de Sobisch. De hecho, aunque está en duda la participación de los petroleros privados, al menos oficialmente, en la marcha del lunes en la que los docentes neuquinos insistirán con la renuncia del gobernador, Pereyra se plegaría al paro decretado por la CGT. Más allá de su posicionamiento local, el dirigente del SUPE tiene buen trato con el gobierno nacional y no quiere espantar la presencia del ministro Julio De Vido el viernes próximo en la inauguración de una fastuosa clínica de su gremio en Rincón de los Sauces, la zona petrolera más importante de Neuquén.

Aunque Sobisch ha demostrado que no le falta astucia y audacia para poner la paja en el ojo ajeno, no deja de incomodarlo la posibilidad de una ruptura en el MPN. Los distanciamientos fueron para el jaqueado gobernador una señal de alarma. La que más le preocupa.

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Los docentes neuquinos protestaron en las casas de varios funcionarios y ayer fueron hasta la del propio gobernador.
Imagen: Télam
 
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