EL PAíS › LOS AUMENTOS SUPERAN LOS MONTOS ANUNCIADOS

Las quejas por el ABL, primer dolor de cabeza de Macri

Diputados opositores proponen derogar el aumento y convocaron a un bocinazo para hoy a las 12.30. Quejas de la Defensoría del Pueblo y de las cámaras inmobiliarias, que impulsan medidas judiciales contra el ajuste.

 Por Eduardo Videla

El debate sobre el aumento del ABL porteño ya se reabrió y crece en forma geométrica, a medida que las boletas con los nuevos importes van llegando a los contribuyentes. Veinte diputados opositores –kirchneristas, ibarristas y de izquierda– presentaron ayer en la Legislatura un proyecto de ley para derogar el aumento, aprobado hace apenas veinte días, pero la iniciativa no pudo ser tratada por falta de quórum. Y como primer paso de una campaña en contra del ajuste, convocaron para hoy a las 12.30 a un bocinazo de protesta en toda la ciudad. La Coalición Cívica pidió “corregir los errores” que aparecen en las nuevas facturas, aunque no aceptó dar quórum para derogar ese ajuste. Desde la Defensoría del Pueblo porteño también hicieron sentir su reclamo al gobierno porteño: la titular de ese organismo, Alicia Pierini, les pidió a los responsables de Rentas que designe “personal especializado” para informar a los vecinos sobre los nuevos importes, ya que los cálculos son tan complejos que están “lejos de la comprensión de la población en general”. A todo eso hay que sumar los amparos judiciales contra la medida que promueven las cámaras inmobiliarias y particulares, en lo que amenaza con convertirse en el primer dolor de cabeza para la gestión de Mauricio Macri.

El debate sobre el ABL se instaló en la ciudad a medida que fueron llegando las facturas con los nuevos importes del ABL. Las boletas comenzaron a llegar la semana pasada y ya comenzaron a generar polémica, puesto que en muchos casos los aumentos superaban el 250 por ciento, que era la cifra tope para los aumentos en las zonas mas cotizadas, como Barrio Parque o Puerto Madero. Los aumentos habían sido aprobados por la Legislatura el 5 de diciembre último, cuando se aprobó la nueva ley tarifaria.

Ayer, entre otros, alzó la voz el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Carlos Sotelo, quien calificó los ajustes de “aberración jurídica” y “desproporcionados” y puso como ejemplo que en un departamento de cuatro ambientes, en el barrio de Palermo, “la valuación de la propiedad se incrementó en un 1000 por ciento”. “No hay lógica”, se quejó.

En la Legislatura, la oposición se hizo eco de los reclamos, al punto de que diputados de cuatro bloques respaldaron un proyecto para derogar la ley tarifaria y reclamar que se haga un “revalúo casa por casa”. “Lo que se ha hecho con este ajuste es consolidar la desigualdad”, cuestionó el diputado Aníbal Ibarra, en diálogo con este diario. “Este impuesto tiene un carácter puramente recaudatorio y tendrá un fuerte efecto inflacionario, ya que afecta a los comercios y a los inquilinos”, agregó.

La propuesta fue respaldada por los doce diputados kirchneristas, cinco del ibarrismo, dos del bloque Igualdad Social y una de la izquierda. En una conferencia de prensa, anunciaron que convocaban a una sesión especial para ayer mismo, a las 19, para debatir la derogación de la ley. Fue sobre todo una declaración política, ya que a esa altura sabían que la Coalición Cívica y el socialismo no aportarían el quórum, con lo que la sesión naufragaba antes de comenzar.

“Si la ley no sale hay otras tres posibilidades: que el jefe de Gobierno haga un gesto como el que en su momento hizo (Jorge) Telerman y suspenda la aplicación del aumento para su estudio; que se hagan presentaciones judiciales y que la sociedad reaccione protestando contra el aumento”, dijo a Página/12 el jefe del bloque K, Diego Kravetz. Los legisladores convocaron para hoy a las 12.30 a un bocinazo en toda la ciudad para protestar contra el aumento.

Minutos después, diputados del macrismo salieron a respaldar el aumento del impuesto y acusaron a la oposición de montar un “show mediático”. “El planteo trastrueca el sistema republicano (el aumento) fue previsto y consensuado”, dijo el jefe del PRO en la Legislatura, Oscar Moscariello, junto con Cristian Ritondo y Martín Borrelli. Moscariello consideró que los reclamos por aumentos del ABL mayores a los previstos “son individuales” y que el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, lanzará un plan de atención especial para vecinos que “consideren injusto” el aumento.

El diputado Alejandro Rabinovich, del bloque Autonomía Porteña, también defendió el ajuste, ya que “ejerce una mayor presión fiscal sobre los vecinos de mayor poder adquisitivo”. El legislador, desde el telermanismo, se opuso al aumento que dispuso el ex jefe de Gobierno, por decreto, y presidió la Comisión de Reforma Tributaria, que aprobó el proyecto que divide la ciudad en 82 zonas.

La Coalición Cívica, que tiene seis diputados, tampoco respaldó el reclamo opositor contra el impuesto. Pero el jefe del bloque, Enrique Olivera, dio por sentado que existen errores en las facturaciones y advirtió que “no corregirlos sería una tremenda injusticia”. Al respecto, el propio Rabinovich aclaró que “tienen derecho a reclamar todos los contribuyentes que hayan recibido una factura con montos que superen el uno por ciento de la valuación real de la propiedad”. El gobierno ya dijo que ésos serán los únicos casos a considerar para corregir la facturación.

Muchos de los reclamos de vecinos llegaron a la Defensoría del Pueblo, donde su titular, Alicia Pierini, emplazó al director general de Rentas a que designe “personal especializado que brinde asesoramiento a los contribuyentes sobre el alcance y la aplicación de los aumentos”. “Los cálculos que se utilizan para determinar el importe final del gravamen son de una complejidad tal que están muy lejos de la comprensión de la población en general”.

El ajuste del ABL consiste en la aplicación de un coeficiente diferente para las distintas zonas en que quedó dividida la ciudad. Por ejemplo, el coeficiente uno implica un aumento del 100 por ciento, mientras que el coeficiente 2 implica un ajuste del 200 por ciento. “Pero el coeficiente no se aplica directamente en el impuesto anterior sino sobre la valuación de la tierra y de lo construido”, explicó a este diario el diputado Rabinovich. Esto es lo que explicaría situaciones como la planteada, pero el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Carlos Sotelo, afirmó que el de un departamento de 4 ambientes ubicado en Sánchez de Bustamante al 1800, en el barrio de Palermo, donde “la valuación hasta diciembre de 2007 era de 1381 pesos, para 2008 es de 122 mil pesos”. “No hay lógica, acá hay un aumento de 1000 por ciento”, apuntó Sotelo. En este caso, el ABL pasa de 182 pesos bimestrales a 456 pesos. En tanto, en un departamento de tres ambientes situado en Bucarelli 2100, en Villa Urquiza, el valor del terreno era 1030 pesos y ahora será de 42.000 pesos.

En otro caso, el de un vecino de Flores es también elocuente: el valor de la tierra se ajustó allí en un 1000 por ciento, mientras que en la cotización de lo construido se mantuvo inalterable. Y el impuesto subió alrededor del 60 por ciento.

El proyecto presentado ayer por la oposición no tiene miras de tratarse hoy, por lo que pasaría a consideración de la Legislatura en febrero. Aunque los números de votos no variarán demasiado para ese entonces. Habrá que ver qué dicen los jueces cuando deban responder a los primeros recursos de amparo que presenten los vecinos contra los aumentos.

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