EL PAíS › CRONICA DE UNA JORNADA AGITADA Y CAMBIANTE EN LA CAMARA BAJA

El quórum que se fue y volvió

Las bancadas del PRO, la UCR, la CC, el FR y Progresistas no ingresaron al recinto para intentar frustrar la sesión. El oficialismo consiguió sumar 129 diputados, aunque luego algunas ausencias obligaron a demorar el debate.

 Por Miguel Jorquera

La suerte de la agitada sesión de ayer en Diputados se tornó incierta a lo largo de una jornada en que quienes se propusieron aprobar un paquete de leyes laborales y otras iniciativas respaldadas en las comisiones legislativas pasaron por todos los estados de ánimo. La jornada legislativa mostró lo complejos que pueden ser los tiempos parlamentarios que se avecinan.

Mediodía. El grueso de la oposición (Cambiemos, Frente Renovador y Progresistas) esperaba detrás de los cortinados del recinto que la convocatoria oficialista fracasara por falta de quórum. Las versiones de un duro debate interno en el Frente para la Victoria hacían presagiar ese posible final. El oficialismo contó con varias bajas por diferentes motivos. No estaban en el recinto los bonaerenses Carlos Kunkel, Oscar Romero, Carlos Gdansky, sin explicaciones; Andrés Arregui y Gloria Bidegain, con problemas de salud; la rionegrina María Soria, embarazada; además del santafesino Omar Perotti y el sanjuanino José Villa, en desacuerdo con la convocatoria. También faltaron otros cuatro diputados de los otrora fieles aliados del Frente Cívico santiagueño. Ocho aliados circunstanciales aportaron para lograr quórum con 130 diputados presentes: Claudio Lozano, Víctor De Gennaro y Antonio Riestra (UP); Myriam Bregman, Nicolás del Caño y Pablo López (FIT); Victoria Donda (Libres del Sur) y Alcira Argumedo (Proyecto Sur). Los legisladores macristas, radicales y cívicos de Cambiemos, los del Frente Renovador y de Progresistas se retiraron del Palacio Legislativo con duras críticas al oficialismo.

Sobremesa. Con 129 votos a favor y ninguno en contra se aprobó la recreación de Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF) como sociedad del Estado. Pero la ausencia de Dulce Granados, que había dado quórum antes de asistir al casamiento de su hija, y la rebelión de los peronistas riojanos Griselda Herrera, Javier Tineo y Teresita Madera, que abandonaron el recinto por orden de su gobernador, dejaron la sesión sin quórum. El FpV pidió un cuarto intermedio hasta las 16 para reconstruir el quórum y continuar con la sesión. Afuera del Congreso, los trabajadores de Foetra y el Sindicato Argentino de Televisión aguardaban para festejar –con escenario y todo montado sobre Callao– la aprobación de su participación en las ganancias empresarias, que de pronto parecía tener futuro incierto.

Siesta. Los minutos pasaban y no había señales de que el oficialismo pudiera conseguir el número para continuar con la aprobación de los proyectos. El primer indicio de que no todo estaba perdido fue la aparición en el recinto de Kunkel. Las bancas se iban ocupando de a poco, pero los números no alcanzaban. Desde la bandejas, los trabajadores telefónicos y de televisión hacían sentir su impaciencia: “A ver si bajan o los vamos a buscar”, “que bajen todos, la puta que los parió”, eran los cánticos que llegaban desde las gradas. Algunos diputados se sumaban desde el recinto. En un momento apareció el sindicalista y diputado Héctor Daer, pero el massista se negó a acompañar todo el paquete de leyes. “¿Moyano dónde está?”, gritaron en las tribunas.

Tablero. El tablero se plantó en 128, solo faltaba un diputado. La presidenta del bloque del FpV, Juliana Di Tullio, pidió una prórroga del cuarto intermedio con los diputados sentados en sus bancas, a la espera de una buena noticia de la secretaria parlamentaria del bloque, la diputada Teresa García, que agotó su celular en busca de cada uno de los diputados ausentes. Fue entonces cuando varios diputados tomaron la palabra para mitigar la espera. Lozano criticó a Cambiemos por su ausencia, desmintió que algunos de los proyectos condicionaran al futuro gobierno de Mauricio Macri. “Estamos acá en defensa de los intereses de los trabajadores”, dijo y se ganó aplausos desde las bancas y las gradas. Eran cerca de las 18.30 y Carlos Heller defendía el proyecto de expropiación del recuperado Hotel Bauen, cuando la algarabía explotó en el recinto: el tucumano Isaac Bromberg se sentó en su banca y se alcanzó el quórum en el tablero. En medio de las más variadas versiones, se supo que el diputado –primo del ex gobernador Jorge Alperovich– había estado en el consultorio de su odontólogo con una importante intervención.

Paquete. Una rápida intervención del presidente del cuerpo, Julián Domínguez, ordenó la sesión y en dos paquetes todos los proyectos obtuvieron media sanción. Los trabajadores explotaron de júbilo: “Poné la plata, la puta que lo parió”, fue el canto que alimentó la ilusión de su participación en las ganancias empresarias. Los diputados del FpV se abrazaron en sus bancas y comenzaron a cantar la marcha peronista como desahogo y para despedir a Domínguez, que deja la Cámara, al igual que a otros diputados que terminan sus mandatos. Los contratiempos, las deserciones y la tensión acumulada durante toda la jornada no impidieron los festejos.

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Diputados del FIT, UP, Libres del Sur y Proyecto Sur participaron de la sesión.
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