[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El flamante ministro de Justicia, Horacio Rosatti, es un jurista con una larga trayectoria académica que en 1995 saltó a la intendencia de Santa Fe, donde hizo una gestión valorada hasta hoy. El año pasado, fue el único funcionario de Carlos Reutemann que apoyó públicamente a Néstor Kirchner en la campaña presidencial.
Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales, Rosatti es profesor titular en universidades nacionales y de Derecho Municipal en la maestría de Derecho Administrativo de la Universidad Austral. Fue, además, decano de la Facultad Católica de Derecho de Santa Fe y conjuez de la Corte Suprema.
Sus credenciales académicas se complementan con una larga trayectoria política. Peronista de toda la vida, Rosatti acompañó a Reutemann en su primera gestión como gobernador. En 1994 fue elegido convencional constituyente y en 1995 intendente de la ciudad de Santa Fe.
Dos años después, en 1997, comenzó a construir junto a Jorge Obeid un sublema para disputarle el poder a Reutemann, que manejaba con mano de hierro la estructura del PJ. Por esos años se convertía en uno de los principales juristas del peronismo que manifestaban a viva voz sus reparos al proyecto de re-reelección de Carlos Menem.
Cuando la Alianza llegó al Gobierno, Carlos “Chacho” Alvarez, al que había conocido en la Convención Constituyente, lo designó como jefe de la Auditoría Ciudadana de la Calidad Democrática, un proyecto que nunca llegó a concretarse para potenciar el control social de los asuntos públicos. A pesar de los desafíos del pasado, en 1999 Reutemann le ofreció un cargo menor, secretario de Asuntos Municipales, que Rosatti aceptó. Y en las presidenciales, mientras el ex corredor de Fórmula 1 permanecía en la indefinición, Rosatti fue el único funcionario santafesino en manifestar su respaldo a Kirchner, a quien había conocido también en la Convención Constituyente. En cuanto asumió la presidencia, el santacruceño lo designó procurador del Tesoro, un cargo de bajo perfil pero estratégico: entre otras cuestiones, Rosatti tuvo que ocuparse de diseñar la complicada arquitectura jurídica para evitar que los juicios de tenedores de bonos en default deriven en el embargo de bienes del Estado argentinos en el exterior.