SOCIEDAD › EN CHILE, EL NúMERO DE MUERTOS POR EL SISMO LLEGA A 802, Y ADMITEN QUE LAS CIFRAS “VAN A AUMENTAR”

Pánico por dos réplicas y un falso alerta

Dos fuertes réplicas, de 5,9 y 6 grados en la escala de Richter, sacudieron a Concepción y Constitución. Un alerta de tsunami lanzado por la policía aterrorizó a la población, pero minutos después fue descartado por las autoridades.

El número de muertos por el terremoto en Chile llega a 802, según datos oficiales, pero la presidenta Michelle Bachelet admitió ayer que las cifras “van a aumentar” porque el mar “está devolviendo los cadáveres” de otras víctimas, arrastradas por el tsunami que siguió al temblor del sábado último. Hasta el momento se habla de 19 desaparecidos, aunque esa información “es muy difícil de cuadrar, es escasísima, porque hay gente que sigue todavía en los cerros; no se sabe si se fueron a otros lugares y no hay comunicaciones” que permitan rastrearlos, explicó Bachelet. Ayer hubo escenas de pánico en las ciudades de Concepción y Constitución. La situación se planteó, por un lado, porque se produjeron dos fuertes réplicas del terremoto del sábado que llegaron a los 5,9 y a los 6 grados de la escala de Richter. Pero lo que desató el miedo fue la actitud de las autoridades policiales, que salieron a alertar a los pobladores para que se alejaran de las zonas costeras porque se iba a producir un tsunami. Minutos después, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) descartó esa posibilidad, pero la intranquilidad ya se había instalado.

La Onemi aclaró que “las características del sismo”, en relación con las dos réplicas de ayer, no reunieron “las condiciones necesarias para generar un tsunami”. La desmentida, aunque rápida, no pudo evitar que el pánico se instalara de nuevo entre los pobladores de dos de las ciudades más afectadas por el terremoto que el sábado llegó a los 8,8 grados de la escala Richter. Apenas transmitido el alerta de tsunami, varios conductores que circulaban por la zona costera hicieron peligrosas maniobras con sus vehículos para alejarse de allí. Los móviles policiales, mediante altavoces, repetían: “Por favor, diríjanse a las partes altas. Alerta de tsunami”. Después, tuvieron que salir a poner paños fríos.

En una entrevista radial, la presidenta Bachelet admitió que el mar “está devolviendo los cadáveres” de algunas de las personas declaradas como desaparecidas, pero agregó que a otros cuerpos “no los va a devolver nunca”, motivo por el cual la Armada los está buscando con buzos y barcazas. Distintas oficinas consulares solicitaron la búsqueda de unos 1500 residentes –sobre todo ecuatorianos, peruanos y argentinos– que hasta ayer no habían sido encontrados. La cifra mencionada es extraoficial y circulan otras estimaciones que la disminuyen o que la aumentan, aunque oficialmente sólo hay 19 desaparecidos confirmados.

Bachelet, que lloró durante la entrevista con Radio Cooperativa, dijo que está “consternada” porque ha visitado las zonas afectadas, “pero no me he dado el tiempo para el dolor”. Frente a las críticas por la tardanza en la asistencia a las víctimas, argumentó que persisten “problemas en las comunicaciones, porque en muchas zonas no son fáciles” y eso determinó que “muchos camiones con ayuda se demoraran más de lo normal”. Bachelet pidió no buscar culpables, porque “es la hora de sacar adelante al país”.

Ante los temores que evidencia la población, dijo que los expertos afirman que “es muy improbable que tengamos un terremoto como el que tuvimos porque se requiere mucho tiempo para acumular la energía suficiente”. En oposición a las palabras de la presidenta, el ministro del Interior de Chile, Edmundo Pérez Yoma, culpó ayer a las Fuerzas Armadas por la falta de coordinación en la ayuda que el gobierno envió a las ciudades más afectadas por el sismo.

Pérez Yoma coincidió con Bachelet en que falló el sistema de comunicación luego del terremoto y que, en consecuencia, sólo una revisión sobre el terreno servía para la toma de decisiones en los primeros momentos. “Pudimos iniciar una inspección ocular solamente a las 9 (el terremoto ocurrió a las 3,34), cuando la Fuerza Aérea recién nos pudo poner un helicóptero para la presidenta. Una hora después estuvieron en condiciones de ponernos tres helicópteros más para poder abarcar las zonas más importantes del país”, dijo Pérez Yoma.

De todos modos, “era imposible poder volar, porque no estaban los pilotos, no habían llegado. Había problemas de distinta índole y no pudimos hacer esta inspección ocular que para nosotros era absolutamente imprescindible”, sostuvo el funcionario. Pérez Yoma se reunió ayer con más de 30 parlamentarios, ante quienes expuso sus críticas por las demoras de las Fuerzas Armadas, cuestionadas también por la lentitud en la distribución de la ayuda y en ponerles fin a los saqueos.

Ayer, en Santiago, 15 mil estudiantes se movilizaron para clasificar la ayuda que será enviada en estos días a las zonas afectadas. Mientras, los medios de comunicación y numerosos artistas organizan un Teletón para realizar una colecta nacional que permitiría reunir el dinero necesario para la construcción de 30 mil viviendas de emergencia. Como se sabe, el número de viviendas afectadas llegó al millón y medio. De ese total, 500 mil resultaron totalmente destruidas.

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En Talcahuano, una de las ciudades más afectadas, hay una fuerte presencia militar por los saqueos.
Imagen: Télam
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