SOCIEDAD › UN ADOLESCENTE DE 16 AñOS DETENIDO POR LOS DISPAROS EN MORóN

El delito de tirar por placer

El joven fue reconocido por uno de los hombres heridos mientras caminaba por la calle. Está sindicado como el que manejaba el auto desde donde se efectuaron los disparos. Pero tampoco se descarta que sea el autor de alguno de los tiros.

El testigo no dudó. Miró por la mirilla y señaló entre las cuatro personas, tres de ellas elegidas al azar por la policía, a un joven de 16 años, sospechado de conducir el auto que habría sido utilizado para dispararles a dos personas en el partido bonaerense de Morón, el 31 de octubre pasado. Tras esta rueda de reconocimiento hecha ayer, el joven quedó detenido y puesto a disposición del fuero Penal Juvenil. Sergio Bianchi, jefe de la Departamental Morón, comentó que “el hecho no está esclarecido totalmente, falta detener a una o dos personas más”. Según informaron fuentes judiciales a este diario, “se le imputó el delito de tentativa de homicidio agravado por placer o codicia, como al tirador de Belgrano”. La madre del joven aseguró que la causa “está armada”. “Mi hijo estaba en mi casa. Y tengo testigos, todo un barrio de testigo”, dijo.

El sospechoso fue arrestado ayer como resultado de la investigación encabezada por Matías Rapazzo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 7 De Morón. El reconocimiento se realizó al mediodía, en la comisaría 1ª de ese partido y, según comentaron fuentes de la fiscalía a Página/12, el testigo que lo reconoció es un vecino de Alberto Ida, el plomero y gasista de 64 años que recibió un disparo en el pulmón y otro en el abdomen, cuando salía de su casa, en la esquina de Entre Ríos y Sucre, en Morón.

“El reconocimiento fue categórico”, aseguró ayer una fuente policial, quien agregó que el joven sería la persona que conducía un Fiat Uno color blanco desde el que dispararon dos veces contra Ida. Como consecuencia del ataque, a este hombre los médicos del hospital municipal de Morón debieron extirparle un riñón y aún permanece internado. “Lo que no se pudo corroborar todavía es si el auto fue el mismo que se utilizó para dispararle a Carlos Moyano, ese mismo día”, señaló una fuente judicial.

Moyano, un vigilador privado de 52 años, fue baleado una hora antes, en la esquina de Santa María de Oro y Espronceda –a 20 cuadras del lugar donde le dispararon a Ida– cuando regresaba a su casa en bicicleta. Las balas le impactaron en el abdomen y en una pierna. Los investigadores no descartaron que el sospechoso, además de conducir el vehículo, haya disparado. Tampoco se pudo establecer cuántas armas se utilizaron en los ataques porque en los dos lugares no se levantaron vainas ni plomos y las balas que recibió Ida siguen en su cuerpo, pero las de Moyano no aparecieron.

Como el detenido es menor de edad, la investigación sobre su supuesta responsabilidad recayó en el fiscal Pablo Cabrejas, del fuero Penal Juvenil de Morón, quien indagará al sospechoso y resolverá el tipo de medida de seguridad que le corresponde. En tanto, su colega, el fiscal Rapazzo, continuará investigando para hallar, de haberlos, a los cómplices del joven. Los principales materiales de análisis de los investigadores para dar con el joven detenido, según reveló ayer, fueron las imágenes captadas por las cámaras de seguridad y control de tránsito de la Municipalidad de Morón, un identikit y el testimonio aportado por varios testigos.

Anoche, la madre del detenido aseguró que la causa estaba totalmente armada por la policía. “Mi hijo tenía que venir a testificar lo que había pasado cuando iba con un compañero que tenía un arma en el auto. Pero esto fue el jueves (4 de noviembre)”, señaló la mujer en la puerta de la comisaría 1ª de Morón. Según ella, ese día su hijo estaba con un compañero del colegio que le había pedido que lo acompañara a devolver una consola de videojuego. “Este chico pidió un remise y resulta que cuando los paró la policía y los revisaron este pibe tenía un arma”, detalló.

Según la madre, debido a este hecho (que la policía confirmó), el joven volvió ayer a la comisaría para testificar y se encontró con que “se hace una rueda de reconocimiento con gente que ni siquiera conocía, porque agarraron a dos chicos de la calle”. Por su parte, los voceros policiales aclararon que el chico fue citado por el ataque que sufrió Ida, aunque su madre lo negó: “Pienso que agarraron al primer pelotudo que encontraron. Mi hijo de mi casa no se mueve y no anda en auto tampoco”. Al joven, según relató la madre, debieron criarlo ella y su madre, ya que al padre lo mató otra mujer que estuvo sólo “tres años presa”. “Así que yo no puedo confiar en nadie, ni siquiera en un policía puedo confiar”, dijo la mujer, quien pidió: “Por favor, escuchen a mi hijo”.

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Los padres de Alfredo Marcenac, el joven que murió víctima de un tirador que disparaba en Belgrano.
Imagen: DyN
 
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