Fue secuestrada de noche, al salir de la casa de una amiga, y permaneció así hasta la madrugada, cuando una persecución policial iniciada casi por azar provocó un choque y, con él, su liberación. Poco después, Tania, la joven de 22 años raptada en Villa Adelina y liberada cerca de Villa Santa Rita, brindó detalles asombrosos acerca de sus captores y el rescate pagado: “No sabían ni ellos cuánto pedir, puse yo la cifra”. La chica sugirió 10.000 pesos, y ése fue el importe entregado por su padre antes de que un patrullero, que se encontraba de ronda por la zona, interviniera en el caso.

La madre de la joven conoció la noticia por los canales de televisión, porque se encontraba de vacaciones con su hija mayor. Afirmó que a pesar de lo sucedido “vamos a seguir luchando”.

Tania había sido secuestrada en la medianoche del lunes al martes, al salir de casa de una amiga en Villa Adelina. Se trató, declaró luego de ser liberada, de un rapto realizado “al voleo”. Cuatro personas “me engancharon distraída en la calle, me subieron a mi auto” y partieron todos, a bordo del Volkswagen Gol blanco. Ninguno de los captores, según relató la víctima, parecía tener experiencia previa en hechos similares, tampoco una saña particular en su contra.

La joven, que durante el secuestro, contó, “pensaba en tranquilizarlos para que no se alteren”, destacó el buen trato a que fue sometida. “No me maltrataron, hasta en el momento del choque me cuidaron para que no me lastimara. Decían que si intervenía la policía me iban a matar, pero que no estaba en sus intenciones matarme.”