Carlos Carrascosa, principal acusado del homicidio de su esposa, María Marta García Belsunce, se sometió ayer al análisis de sangre que permitirá saber si su ADN coincide con el de las manchas que aparecieron en la escena del crimen. “Me sacaron como cinco litros de sangre”, bromeó el imputado, que está a punto de ser sometido a juicio oral y público, en un breve diálogo con los periodistas, al salir de la oficina pericial de la Suprema Corte de Justicia, en la ciudad de La Plata.

La muestra de sangre tomada a Carrascosa pone fin a una larga batalla judicial entre su defensa y el fiscal de San Isidro Diego Molina Pico, quien estuvo a cargo de la instrucción de la causa. El fiscal pidió que se hicieran los análisis a un grupo de familiares y amigos de la víctima, muchos de los cuales están procesados por el supuesto encubrimiento del crimen. Los imputados se negaron argumentando que temían ser víctimas de un complot para inculparlos.

Los peritos de la Suprema Corte bonaerense cotejarán el ADN de Carrascosa con las huellas halladas en el country El Carmel, de Pilar, donde el 27 de octubre de 2002 fue asesinada María Marta, para saber si su sangre es la que aparece mezclada con la de la víctima. Según consta en la causa, pese a la limpieza que se habría hecho en la escena del crimen, los peritos encontraron manchas hemáticas en una pared y en una alfombra, que pertenecerían a un hombre y a una mujer. Los resultados del informe se conocerán en 48 horas y serán entregados al Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro, que sustanciará el juicio oral.

Hasta hoy, las únicas muestras de sangre que constaban en la causa eran la del vecino Nicolás Pachelo y del vigilador Juan Ramón Ortiz, quienes fueron señalados desde la familia como supuestos sospechosos, aunque no están imputados en la causa.