"La disyuntiva no es cerrar o no cerrar, sino cuándo. Y será tarde o temprano", dijo a Rosario/12 uno de los integrantes del comité de expertos que asesora al gobierno provincial. Es probable que mañana se los convoque nuevamente y, como ocurrió en el último encuentro, se recomiende la reducción de la circulación pero de manera más efectiva. "Vamos a estar viendo estos días y haremos lo que tengamos que hacer", dijo Omar Perotti a este cronista la noche del jueves, luego de decidir que no adheriría a las restricciones propuestas por el gobierno nacional. Pablo Javkin, que coincidió con la postura del rafaelino, dijo ayer: "Vamos a ver que ocurre esta semana". Dejó así abierta la posibilidad de cierres de actividades -reconociendo su necesidad- que presume deben ser dispuestas a niveles superiores. Por su parte, el investigador del Conicet, Ernesto Kofman, advirtió sobre el panorama inmediato que "en términos comparativos se presenta peor que la primera ola". El científico recalca que las curvas con proyecciones son un "modelo matemático" y recuerda que "estas variables se pueden modificar en la medida que haya intervenciones" -disposición de cierres, baja de circulación y aumento de la vacunación- sostiene que tal y como van las cosas, el escenario que se prefigura es de más de 3000 casos diarios promedio para la provincia de Santa Fe y alrededor de 1400 para la ciudad de Rosario en los primeros días de mayo. A la luz de lo que fue la primera ola de contagios, y la precisión de las proyecciones hechas entonces, se puede concluir que se está haciendo tarde.

Algunos funcionarios tanto de la provincia como de la municipalidad reconocen en privado que "un cierre total, una vuelta a fase 1 sería lo mas apropiado" y, sin embargo,  la provincia y Rosario inician mañana una semana con el mismo esquema que el dispuesto hace 10 días por Alberto Fernández, y que luego el presidente decidió endurecer ante el agravamiento de la situación.

En Rosario, el número de casos superó en promedio los 550 y llegó a 697 el jueves. Difícilmente ceda en las próximas mediciones (más allá del registro de ayer y el de hoy, con menos carga en los sistemas) y la ciudad se encamina a superar esas marcas, independientemente de lo que se decida porque, como se sabe, el registro de hoy refleja la conducta de hace 14 días. Por eso, la preocupación se proyecta hacia fines de este mes y comienzos de mayo, ya que al día de hoy los niveles de contagios, de ocupación de camas y el RT están todos en alza. Otro elemento que suma preocupación es la edad de los contagiados, que ha bajado considerablemente, ya que los adultos mayores están vacunados en una importante proporción. Esa situación, lejos de bajar la tensión en el sistema de salud, agrega complicaciones. Hay jóvenes en las camas de terapia y la positividad de los testeos también es mayor.

"Si no se toman medidas, el escenario a futuro, apenas a 15 días, es tanto o más complejo que el que vimos pasado el invierno", asegura Kofman, cuyo análisis y modelo matemático antes de la primera ola predijo lo ocurrido con reconocida precisión.

El escenario que se prefigura es de más de 3000 casos diarios promedio para la provincia de Santa Fe y alrededor de 1400 para la ciudad de Rosario en los primeros días de mayo. 

El 20 de octubre de 2020 Rosario tuvo el récord de casos: fueron 1375 esa jornada, pero el promedio de la primera ola fue inferior a 1300 en las peores semanas. Según las proyecciones del equipo del Conicet --que inexplicablemente no ha sido convocado en Santa Fe, y que asesora a Buenos Aires y Córdoba-- los primeros días de mayo, el promedio de contagios en la ciudad sería superior al del año pasado. Eso aparecería como inevitable sino se toman medidas que cambien el escenario ahora mismo, ya que los contagios que se produzcan por estos días impactarán en la estadística en el inicio de mayo.

Desde la Municipalidad de Rosario se estableció -a través de los "llamadores"- que el número de contagios -que en octubre del año pasado era del 62% en reuniones sociales-, subió a más del 68% en abril (que aún no terminó) y sigue creciendo. Del mismo modo se verificó que se redujeron los ingresos a los hospitales y centros asistenciales por accidentes y otras patologías en el curso de la semana que pasó y se atribuye a una disminución en la circulación. A la vez, el intendente estuvo cruzando información con la titular del gremio docente, Sonia Alesso, por el número de casos que denuncia Amsafé en las escuelas de de la ciudad. "Debemos defender la escuela", dijo Javkin, aunque no precisó de quién o de qué, pero parecía destinado a sostener la "presencialidad" que, como se publicó en la revista científica The Lancet, ha incrementado el número de contagios en todo el planeta.

"Una vuelta a fase 1 sería lo más efectivo. No solo por lo que representa como 'un mazazo a la curva', sino porque evita las discusiones sectoriales de qué funciona y qué no. En esos 10 o 15 días se acelera la vacunación y te da tiempo para que el pico te encuentre con otros 200 mil más vacunados en la provincia y sea menor el número de contagios", dijeron a Rosario/12 los expertos consultados.

Un cierre total de actividades es la medida recomendada por los equipos de salud. Como se ha hecho en las principales capitales del mundo. Como se tendrá que hacer en la Argentina, tarde o temprano. Sucede que entre "el tarde" o "el temprano" está en juego la vida de miles de personas.