Argentina tuvo su ceremonia de bienvenida a la Villa Olímpica de Londres y, tras escuchar el Himno Nacional, sus deportistas se mostraron orgullosos de que la bandera celeste y blanca flamee en cielo británico. “¡Fue muy emocionante! Me pareció muy divertido el show y es un orgullo que la bandera esté en la Villa”, dijo el gimnasta Federico Molinari. Para la judoca Paula Pareto, medalla de bronce en Beijing 2008, fue “muy lindo y sirve para incentivar porque te da una fuerza positiva. Lo único malo es el calor”.

En la ceremonia estuvieron unos 30 de los 137 atletas que forman la delegación argentina. Mientras los artistas realizaban acrobacias, los deportistas sacaban fotos y filmaban con sus celulares. Bajo un cielo despejado el fuerte sol se hizo sentir, sobre todo en los directivos que iban vestidos de traje y corbata. Ahí estaban, en primera fila, el presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein; el secretario de Deportes, Claudio Morresi, y el jefe de la misión, Gabriel Curuchet, entre otros.

Los grandes ausentes fueron los integrantes del básquetbol masculino, las chicas del hockey y los tenistas Juan Martín Del Potro, Juan Mónaco y David Nalbandian. Los que sí participaron de la bienvenida fueron los varones del handball, Sebastián Rossi (canotaje), Héctor Campos y Emmanuel Lucenti (judo), Liu Song (tenis de mesa), Belén Pérez Maurice (esgrima) y Valeria Pereyra (gimnasia artística), además de Molinari y Pareto. “Me emocionó. Además sirve para desconectarte un poco”, dijo Pereyra, que con 16 años es la atleta más joven de Argentina y fue la encargada de llevar el cartel que identificó a la delegación. La gimnasta, que aún va al colegio, convive en la Villa con grandes figuras del deporte mundial como el velocista Usain Bolt, el nadador Michael Phelps o la saltadora con garrocha Yelena Isinbayeva: “Cuando hablo por Facebook o Twitter, mis amigas no pueden creer que estoy acá”.

Los que tampoco podían creerlo fueron Emanuel Ginóbili y Luis Scola, que debieron madrugar para someterse a un sorpresivo control antidoping (ver aparte). “Todo sea por un deporte limpio, sin trampas. Pero la próxima vez... ¡A las 10 de la mañana, muchachos! Jeje”, comentó Scola en Twitter.

“7 AM, golpes insistentes. Doping sorpresa. No entendía nada. Mi reacción inicial: ¿si me declaro culpable, me dejarán dormir un rato más?”, bromeó Scola, que recientemente acordó jugar la próxima temporada en Phoenix Suns en la NBA.